miércoles, 30 de abril de 2008

To compile or Not to compile

Esa es mi duda ahora mismo. La verdad es que tardo más de media hora en sintetizar cada uno de los componentes. Cada cambio de variable, cada test requiere 2 minutos de programación y 30 de sintetización.
Eso te lleva a plantearte muchas cosas que puedes hacer para mejorar dicho tiempo:
  • Generación de librerías precompiladas: De esta manera se disminuye el tiempo de compilación. Aunque el que no reduces es el de enlazado (linkado no deja de sonarme a espanglish), el proceso se reduce unos 5 minutos.
  • Trabajar con cores: La idea es crear un paquete independiente del resto que consideras correcto y que funciona independiente. Lo único que quedaría que hacer serían unas funciones genéricas que llamen a dicho core en tu código. El problema es cuando estás testeando un core en concreto, que este paso no es factible.
  • Deshabilitar las opciones de optimización: En software hay instrucciones (como el -O1,-O2, etc. de gcc) que permiten realizar un código que consuma menos recursos (memoria, tiempo y celdas lógicas de la FPGA, por ejemplo), pero que ralentizan la compilación. Con esto he conseguido ganar otros 5 minutos.
Al final te encuentras con 20 minutos (no, el 20minutos no), que no son suficientes para cambiar de tarea pero que son demasiados para vaguear (o procastinar, como dicen por ahí). Existen otras opciones... aunque no terminan de convencerme.


viernes, 25 de abril de 2008

Relato: Justicia (y IV)

Justicia (I)
Justicia (II)
Justicia(III)

Confusa, Maia apartó la vista del ángel y se volvió al violador que yacía muerto en el suelo. Ella siempre había dicho que la humanidad estaba degradada, que se había perdido muchos de los valores que su corazón le dictaba correctos… pero también era cierto que se había dejado llevar por el ritmo frenético de la vida sin pararse a reflexionar si predicaba con el ejemplo, si seguía sus propias creencias o se limitaba a intentar mantenerse a flote en un barco que se hundía.

- ¿Morirá todo el mundo?

- No conozco SU plan. Yo, a diferencia de vosotros, no tengo libre albedrío, no tengo una opinión propia. Tengo una misión y sé la forma en que debo de llevarla a cabo.

- Así no tiene mérito – le reprochó la muchacha.

- No, y por eso vosotros fuisteis creados a SU imagen y semejanza, no yo.

- Hablas siempre de “yo”, nunca de nosotros… ¿no hay más ángeles?

- Sí y no. Soy muchos y soy uno. Si la misión que he de acometer requiere más manos, simplemente me encuentro duplicado.

- Eso quiere decir que…

- Tu tiempo ha terminado, Maia – le cortó el ángel -. Es hora de que decidas la manera en que vas a reunirte con ÉL.

- ¿Cómo vas a matarme? – preguntó la muchacha temblorosa.

- No voy a matarte de ninguna forma…. – respondió él – Ya estás muerta. Yo sólo estaba ayudándote en la transición.

Maia abrió la boca para replicar pero algo le dijo que no tenía por qué hacerlo. Bajó la vista al suelo y vio a su asaltante, giró la cabeza y vio su propio cuerpo tumbado en el asfalto. Al acercarse a contemplar mejor se dio cuenta de que su cabeza estaba separada varios centímetros de su cuello. Pero lo que más le extrañó fue la paz que reflejaba su rostro inerte.

- Ahora es el momento de tu elección. Recapacita en qué crees y actúa consecuentemente. Puedes tener una muerte plácida o violenta.

- He vivido lo mejor que he podido. Me arrepiento de muchas cosas pero, en general, he actuado siempre de la mejor forma que podía, aunque eso fuera en contra de algunas cosas que me dictaban desde fuera.

- Razón por la cual estoy yo aquí.

- Sí, ahora lo entiendo – Maia respiró hondo y asintió profundamente-. Haz lo que tienes que hacer, estoy lista – dijo cerrando los ojos.

El ángel levantó su espada y cortó la cabeza de Maia. Con un movimiento ágil cogió el cuerpo y lo dejó caer suavemente en el pavimento, sujetando la cabeza con la otra mano. Durante unos segundos contempló la cara relajada de la muchacha. Sin esfuerzo, se levantó y recogió las cimarras que había dejado a su lado. Contempló cómo las últimas gotas de sangre caían en el suelo, dejando la hoja limpia. No habría manchas acusadoras, pues su misión era la Justicia.

Dedicado a Pablo, por su vigésimo quinto cumpleaños.

Moraleja: ¿Alguien se cree capaz de asumir sus acciones tal y como son?

jueves, 24 de abril de 2008

Relato: Justicia (III)

Justicia (I)
Justicia (II)

El color desapareció del rostro de Maia y se abrazó, en un vano intento de evitar que todo su cuerpo temblara.

- Pero....

- Ordena tus ideas, muchacha, aunque yo tengo todo el tiempo del mundo, tú no.

- ¿Por qué estás tú aquí?

- Para ser SU mano ejecutora y satisfacer SUS peticiones – contestó rápidamente, como si respondiera algo obvio.

- ¿Su petición es que me mates?

- Su palabra, anunciada largo tiempo ha, será ejecutada hoy – su discurso sonaba como algo manido y repetido-. El principio del fin de la humanidad acaba de comenzar.

- ¿Su palabra anunciada?

- Él comunicó a aquellos que todavía deseaban de oírle que este día llegaría. Fue escrito y ha sido transmitido durante muchas generaciones.

- ¿Que aquellos que vayan contra sus designios serán castigados? – preguntó tentativamente Maia.

- Exacto.

- Entonces, ¿por qué he de morir yo? Soy una católica practicante.

La risa del ángel sonaba como el repicar de una pequeña campana, limpia y clara. Maia aprovechó el respiro para pensar en lo que le estaba pasando. Ella era creyente, iba a misa y, aunque no siempre seguía los mandatos de la Iglesia Católica, creía llevar una vida que sea adecuaba bastante a los preceptos de sus creencias. El ángel la miró con malicia.

- Los designios de los hombres no son SUS designios. Hace tiempo que los hombres sólo escucháis a otros hombres. Adaptáis SUS enseñanzas a vuestros deseos y optáis por hacer lo que os conviene en el momento dado.

- Pero la Iglesia…

- Hombres corruptos, se creen que son capaces de hablar en SU nombre y sólo ÉL es su propia palabra – replicó el ángel con cólera. Sus alas se movían al final de las frases, para hacer hincapié en el mensaje que deseaba transmitir-. Los siglos que han pasado no os han hecho más sabios, sino más hábiles en la malinterpretación de las señales.

Un gorgoteo a su lado hizo que Maia se girara. El violador se había dado la vuelta e intentaba inútilmente respirar mientras de su nariz y su boca salía sangre. Sus ojos estaban fijos en ella, como pidiéndole ayuda. Incapaz de permanecer impune la muchacha dio un paso en su dirección. El ángel puso una mano en su hombro, deteniéndola.

- Los que como él desatienden a SUS mandatos más básicos, no merecen el perdón. Están condenados.

- Pero ÉL es misericordia, ¡es AMOR!

- ÉL es justo. Yo soy SU mano ejecutora.

- Está sufriendo, al menos, acaba con su dolor.

- No hay perdón para el pecador que no se arrepiente. No hay purga para el mal reincidente.

- Eso no es lo que nos enseñaron. Dios mandó a su Hijo para que nos diera un mensaje de amor y hermanación. Bienaventurados los misericordiosos porque ellos recibirán misericordia.

- ¿Y qué hicisteis con él? ¿Qué fue del mensaje que con tanto amor fue predicado? – la rabia del ángel era patente- Ha sido olvidado, obviado y malinterpretado para adaptarlo a vuestras necesidades en cada momento. Exigís amor cuando lo necesitáis y negáis ayuda cuando os la piden quienes no tienen ningún medio de devolver el favor. Por eso la humanidad tiene que recibir una nueva lección, una que renueve al hombre o lo destruya, una que vuelva a encarrilarlo en el buen camino, una que no dé pie a malinterpretaciones. En palabras que puedas comprender, este es el Apocalipsis.

Justicia (y IV)

miércoles, 23 de abril de 2008

Relato: Justicia (II)

Justicia (I)

Donde había estado el hombre, se alzaba una figura entre las sombras. La muchacha intentó incorporarse pero su cuerpo temblaba y el golpe en la cabeza le había provocado un mareo incontrolable. De repente, sintió que se desataba el nudo del pañuelo y que la abrazadera era cortada con un golpe seco. Una mano se colocó bajo su brazo y la ayudó a incorporarse. La mujer se quitó el pañuelo de la boca y se restregó la barbilla dañada.

- Gra...graaciiaas, - empezó a decir la muchacha mientras se giraba para mirar a su salvador- no sé qué habría sido de mí si...- al clavar sus ojos en la figura su boca se secó y empezó a gritar.

- No grites - pidió con voz suave el extraño personaje.

La muchacha siguió gritando, pero de su boca no salía ningún sonido. Asustada, retrocedió un par de pasos y contempló detenidamente al ser que tenía enfrente. Es un ángel..., repetía una voz en su cabeza. Parpadeó con fuerza e intentó desmentir la afirmación objetivamente. El hombre, si podía llamarse así, estaba completamente calvo y carecía de cejas, lo que hacía que sus ojos completamente negros resultaran más aterradores. No tenía barba ni ningún tipo de vello facial, lo cual encajaba perfectamente con sus rasgos, que parecían los de una mujer joven, sin arrugas ni marca alguna en la piel. El torso, sin embargo, correspondía al de un muchacho sin pelo o cualquier otro rasgo significativo... por no tener no tenía ni ombligo... ni pezones. Sus piernas estaban cubiertas por una falda gris oscura que caía hasta sus pies descalzos. En las manos sostenía dos cimarras largas con empuñaduras negras, una de las cuales goteaba sangre. Pero lo que más le costaba racionalizar a la muchacha eran las dos alas que salían de su espalda. Tenían plumas grises de varios tonos, clareando por la parte que más pegaba al cuerpo y oscureciendo por las puntas. Seguro que son postizas, no es más que un disfraz, intentó calmarse a sí misma la chica, es sólo un chico con un disfraz raro y muy currado.... Como si hubiera leído sus pensamientos, el ser movió las alas rápidamente, elevándose ligeramente en el aire y volviendo a posarse en el suelo suavemente.

- ¿Necesitas alguna prueba más, Maia?

La muchacha negó frenéticamente e intentó hablar, temerosa de que su voz no respondiera.

- Eres un ángel.

- Sí.

- ¿Sabes mi nombre?

- Sí, ¿eso es lo que más te extraña? - preguntó el ángel con una sonrisa irónica- Tienes muchas preguntas y esa no es importante.

Maia sacudió la cabeza y organizó sus ideas.

- Gracias, me has salvado la vida... esto me ha devuelto la fe, jamás volveré a dudar y hablaré con todo el mundo de esto para difundir la palabra de Dios.

- Creer cuando se tienen pruebas no es tener fe - replicó fríamente el ángel -, pero tú ya estabas rezando antes de que yo apareciera... y eso ha evitado que mueras como él. Para ti tengo preparada una muerte sin dolor y rápida, después de que conteste tus preguntas, claro.

Justicia (III)
Justicia (y IV)

martes, 22 de abril de 2008

Relato: Justicia (I)

Este es un relato que he estado escribiendo, como es muy largo lo voy a poner en entregas (no sé cuántas, así que la última pondré y IV por ejemplo para que lo sepáis). Aviso de que esta primera entrega es algo... gore.

JUSTICIA

El grito ahogado de la muchacha escapó entre los dedos que taponaban su boca. El hombre que la tenía presa apretó con más fuerza el brazo, retorciéndolo, a la vez que acercaba su cara sucia y sudada a ella.

- Estate quieta y deja de gritar o tendré que cortar este bonito cuello", susurró mientras acariciaba el cuello descubierto de la muchacha con el filo de un cuchillo.

La muchacha empezó a llorar quedamente mientras el hombre le ataba las manos con una abrazadera y le colocaba un trapo sucio en la boca y lo sujetaba con un pañuelo. Con la mano que había quedado libre empezó a desabrocharse los pantalones, la cremallera de atascó y el violador sujetó el cuchillo con la boca para poder tener las dos manos libres. La chica no desaprovechó la ocasión, se incorporó y empezó a correr. No había dado más de dos pasos cuando sintió un tirón en las manos y cayó de bruces al suelo, golpeando con la barbilla. El hombre la incorporó y la puso a cuatro patas, levantando su falda con un gesto rápido. Con furia la agarró del pelo y le hizo mirarlo.

- Puta, no te vas a escapar tan fácilmente. Te tengo atada y ahora voy a hacerte tanto daño que desearás estar muerta.

La mujer empezó a llorar desconsolada, por lo que en la sangre y la mugre de su cara aparecieron dos ríos claros que se unían en la barbilla en carne viva. Inconscientemente, empezó a rezar en su mente para alejarse de la realidad que le rodeaba. Con un movimiento brusco la chica intentó apartar la vista de lo que estaba a punto de pasarle, pero el asaltante le obligó a seguir mirando.

- ¡NO! No va a ser bonito, pero vas a mirarlo todo, para que...

La frase quedó entrecortada cuando la sangre empezó a salir por la boca del violador. Tembloroso soltó a su presa y se llevó la mano al vientre, del que sobresalía la punta de una cimarra. Un ruido suave acompañó a la hoja al salir. El hombre se alejó tambaleante mientras sujetaba su estómago para evitar que nada saliera por el agujero; varios pasos más allá, cayó de rodillas y se quedó inmóvil.

Justicia (II)
Justicia (III)
Justicia (y IV)

lunes, 21 de abril de 2008

Nuevo blog

Bueno, a parte de haber colocado AL FIN el gatito ahí arriba (que le iban a salir canas de tanto esperar), me he creado un blog con recetas que seguramente acabe teniendo 400 veces más visitas que este... pero bueno, así libero este un poco.

Pues nada, el blog se llama La cocina de Enredos de un ovillo (sí, soy muy original yo) y está en proyecto cambiarle la plantilla.

Pues eso, sindicadlo o como se traduzca eso y no dejéis de pasar por aquí :(

lunes, 14 de abril de 2008

Brisa cartagenera

El sol del atardecer acariciaba los techos de las casas, alargando las sombras de los edificios más altos a la vez que dotaba a la ciudad de un brillo dorado irreal y mágico. En la parte superior del teatro romano las banderas ondeaban al viento, balanceándose tan fuertemente que el sonido de su rápido vibrar se extendía por la cávea y llegaba hasta el proscenio, como parte de una actuación empezada largos siglos atrás, en tiempos del emperador Augusto, pero aún en desarrollo.

Al girar la cabeza para contemplar las grúas que como esqueletos expectantes se cernían sobre los bloques del centro, el viento se enredó en mi pelo, haciéndolo revolotear a mi alrededor a pesar de estar prisionero bajo mi sombrero carmesí. Volví a torcer la cabeza, para intentar ordenar los mechones rebeldes y me encontré mirando a una valla negra que bloqueaba el paso a un parque lleno de columpios coloridos que contrastaban con la tierra amarillenta del suelo.

Una mano sujetó fuertemente mi cintura, haciéndome levantar la vista para encontrarme con unos ojos vivos que me miraban como si quisieran atraparme. En ellos, un mar verde avanzaba desde la pupila alejando los tonos pardos al borde del iris. "¿Qué miras?", preguntó en un susurro. "Los ojos tan bonitos que tienes". Un brillo creció desde el fondo de sus pupilas a la vez que se sonrojaba. "Pero qué cosas dices...", replicó mientras apretaba con más fuerza mi cintura. Con una sonrisa en mi cara, apoyé mi cabeza en su hombro, resguardándome del aire y disfrutando de un atardecer inolvidable.

martes, 8 de abril de 2008

PRIT: Compañera morosa (el NO pago de la renta de emancipación)

Como ya os conté, le había alquilao la habitación a la señora ministra con aquello de la renta de emancipación. Pues bueno, no sólo no friega los platos (y los tengo que fregar yo siempre) sino que todavía no me ha pagado.

La he llamado esta mañana al trabajo y me ha dicho que tiene problemas con el pago y que o me paga antes del 15 de este mes.... o me paga antes del 15 de mayo... o... ¬¬

¡Qué falta de seriedad! En fin, ella jura y perjura que me va a pagar todos los meses atrasados... así que, habrá que tener paciencia con la pobre, que después de las elecciones y tal está un poco liada.

jueves, 3 de abril de 2008

Semos famosos

El sábado pasao, después de una deliciosa cena de celebración, nos fuimos a la plaza de toros a tomar una copa. Después de que nos asaltara la tía del D'Cuadros y saliéramos huyendo, apareció uno del Tercer Aviso, que de hecho ya nos había asaltao en otras ocasiones. Así que nos fuimos con él, nos coló sin pagar, nos puso las copas baratas y hasta nos colgó los abrigos gratis en el ropero :D

Mientras nos tomábamos la copa, le dije a Manu que era una pena que nunca lleváramos cámara y apareció una muchacha de andanoche.com con su cámara, muy dispuesta ella...



Y a falta de una foto, dos, porque luego apareció otro relaciones públicas del pub y nos hizo una foto para que apareciera en las pantallas "alguna noche de estas".

Esto es un ejemplo de que por cada día malo, hay uno bueno :)

martes, 1 de abril de 2008

Vaya mierda

Se ha salío un cristal de mis gafas, ha dao 3 golpes en el suelo y se ha partido en cachitos. Las gafas tienen menos de 6 meses... no es justo :_____________(

Y no, no estaba haciendo ningún movimiento raro ni giros bruscos ni el pino ni na, me acababa de poner las gafas y estaba andando.

Mañana iré a pegarle gritos a la oculista.