miércoles, 26 de abril de 2006

Fin de semana movidito

Bueno, tras terminar de contar lo del viaje, que empezaba a ser un tanto coñazo, voy a contaros qué ha sido de mi vida desde entonces (persianas a parte).

En semana santa no salí demasiado, aunque me fui a pasar el día fuera en dos ocasiones y no hice todo lo que me había propuesto. No me voy a parar mucho en detalles... salvo decir que no fue una semana santa mala... aunque me ha dejado mucho trabajo por hacer.

Al volver a la rutina, tuve que retomar con fuerzas mis obligaciones de becaria... y ahora intento ir siempre que no tengo clase a Ciencias para avanzar en el desarrollo de drivers. Además, estoy intentando hacer todas las prácticas atrasadas que tengo y escribir la memoria del proyecto para poder avanzar, que está un poco paraillo.

En otro rango de cosas, el viernes fue la celebración por todo lo alto del cumpleaños de Ferguson, que nos invitó a botellón y a patatas mientras intentaba desenvolver sus regalos xDDDDD La verdad es que me lo pasé muy bien... aunque las bebidas pijas (de El Corte Inglés) me sientan casi tan mal como los pijos en sí mismos y digamos que me reafirmo en que no debo beber... por la salud mental de los demás. Total, que me lo pasé muy bien y espero las fotos y las crónicas del cumpleañero.

Otro hito importante de ese día fue que me corté el pelo... para aquellos despistados que no se dieron cuenta... aquí está la foto comparativa:



Antes
Antes


Después
Después

El sábado tuve otras dos celebraciones de cumpleaños, la de mi abuelo (que cumplía 95 años) y la conjunta de Pepe y Chema, dos amigos de Alfonso. La primera la celebré con mis primos y tíos en las Tinajas comiendo mucho. La segunda la celebramos en el chalé de Chema allá por Chimeneas jugando a algunos deportes (el fútbol entre ellos... y todavía me duran las agujetas) y al Bang! Por la noche se pusieron a beber, pero yo me abstuve de beber y luego nos fuimos pronto a dormir porque a Alfonso le dolía la barriguita...

Y... ya me ha vuelto a salir un post eternamente largo... en fins, nos vemos por ahí :)

viernes, 21 de abril de 2006

Bitácora de viaje: Días Seis y Siete, El Regreso

Por un día, disfrutamos de las camas del camarote y dormimos algo más de lo que solíamos... aunque tampoco nos quedamos hasta muy entrada la mañana porque queríamos hacer lo único que no habíamos hecho todavía... disfrutar del barco.

Nos dimos un paseo por un barco semi-fantasma donde había poca gente menor de 30 años... la mayoría estaba durmiendo todavía. Al pasear por la cubierta descubrimos que los jacuzzis estaban vacíos y decidimos cambiarnos y meternos a pesar del frío y cortante aire que hacía.

Ya en bikini y cargados con nuestras toallas de playa, nos metimos en los jacuzzis. Nos tuvimos que separar en 3 y 3 porque había gente metida... nosotros compartimos jacuzzi con unas abuelillas catalanas bastante charlatanas...

Crucero: Jacuzzi,haciendo amistades

Aunque acabaron yéndose (vayamos a que se arrugasen más) y nos juntamos todos en uno solo. Durante el rato que estuvimos dentro nos visitó Alberto (que hizo las fotos), Ñete y Fergu (que parece que eran de los pocos vivos que había por el barco) y ... el camarero!! Porque, señoras y señores, nos servían copas en los jacuzzis... eso era vida.

Crucero: Jacuzzi, vista aérea

El problema fue salir. Porque vereis, el barco iba a toda leche, lo que hacía que el airecito que corría fuera bastante desagradable en comparación a la temperatura de unos 25º que tenía el agua en que estábamos metidos y salir parecía poner en peligro nuestras vidas. Finalmente salimos y echamos a correr para dentro -aviso para personas con gafas... pónganse las gafas antes de salir corriendo y evitarán tropiezos innecesarios-. El problema es que nos equivocamos de sentido de huida y... tuvimos que pasar en bikini y chorreando por delante de una docena de compañeros de clase....

Después de esto comimos (aunque no pudimos bajar al restaurante como queríamos porque Aldo nos lo había pedido explícitamente) y nos fuimos de sobremesa al Casino con un trivial. Cabe decir que el número de gente que juntamos fue impresionante, pero que se vio reducido rápidamente por algunos mareos debidos al movimiento del barco...

Crucero: Juguemos

Con todo y con eso, disfrutamos de una agradable -y lucrativa para alguno que ganó 20€ en las tragaperras- tarde... teniendo cuidado de no mirar a las cortinas para no marearnos.

Crucero: Sigamos jugando

Recogimos la ropa y la metimos en las maletas con mucha pena... y mucho esfuerzo - ¡Dios, cuántas cosas hemos comprado!- y las dejamos en la puerta para que las prepararan para el desembarco. Como podreis suponer, tuvimos que dejar fuera la ropa del día siguiente y el pijama... aunque habíamos decidido no dormir en esta última noche.

Después de cenar y despedirnos de Aldo y Christian nos fuimos a la discoteca que estaba un poco muerta (totalmente muerta, vamos) y tras tomarnos unas copas nos fuimos a por nuestros abrigos y a cubierta. La gente se fue cansando y se fue yendo a dormir... la verdad es que el ánimo iba decayendo, el fin del crucero estaba próximo...

El sueño puedo con nosotros y aunque como estoicos campeones intentamos no sucumbir a Morfeo... no resultaba sencillo.

Crucero: Final de la última noche...

A las 7 de la mañana no puede más y me fui a la habitación a echar una cabezada de media horita. Allí estaban dormiditas mis compañeras de habitación por todo este crucero...

Nos levantamos, recogimos todo y nos fuimos a desayunar, abandonando para siempre el camarote. Bajamos del barco, recuperamos nuestras maletas y nos subimos al autobús que durante 12 horas nos iba a conducir hasta Granada.

Crucero: Hasta el próximo viaje

Ya queda poco más que contar de este viaje que espero no olvidar nunca.

Realmente no sé cómo terminar este bitácora... salvo diciendo a todos mis compañeros y amigos de viaje que me alegro mucho de haber compartido esta experiencia con ellos, que me permitirá recordarlos siempre disfrutando de los países y ciudades que visitamos y de los lujos del barco donde vivimos, y no estudiando o haciendo prácticas y que.... ¿Cuándo lo repetimos?

martes, 18 de abril de 2006

How-to arreglar una persiana

Vereis, me levanté yo tan feliz esta mañana porque me había quedado dormida y llegaba tarde a prácticas cuando mi persiana decidió suicidarse. Y es que la pobre tiene un despertar muy malo y a las 8:45 de la mañana, pues es hasta comprensible.

Total, que la dejé rota y taponando totalmente la luz que entraba a mi cuarto - y con las ventanas de fuera cerradas porque no se puede acceder si la persiana está caída- y me fui a clase.

Cuando volví de inglés, allá por las 7 de la tarde -sí, ya sé que terminaba a las 5 pero el ordenador de Alfonso estaba malito y fui a ver si le curaba... aunque no puedo ser-. Iba diciendo, que volví a casa y me encontré a mi persiana mirándome con impotencia y resignación (y con bastante mala leche también). Ordené mi cuarto y cubrí la cama y los armarios con sábanas y comencé la tarea de arreglar una persiana.

Pasos para arreglar una persiana (teoría) con ayuda de otra persona:
  1. Abre el cajetín de la persiana, sujétalo de manera que no se cierre y comprueba que hay baldas nuevas.
  2. Saca las baldas de sobra y acumula toda la cuerda arriba con ayuda de dos pinzas (una arriba y otra abajo).
  3. Haz sobresalir la persiana que esté bien del cajetín para tener mayor facilidad de acceso.
  4. Extrae la balda rota deslizándola hacia un lado manteniendo fijas el resto.
  5. Coloca una balda nueva en el sitio de la anterior encajándola y deslizándola sobre la primera balda no rota de la persiana.
  6. Introduce la persiana en el cajetín y en los raíles.
  7. Haz persión desde arriba hasta que se encaje la balda recién puesta con el resto de la persiana.
  8. Suelta la cuerda y cierra el cajetín.
Bien, la teoría no parece muy complicada pero puedes encontrarte varios problemas como me ha pasado a mí esta tarde:
  • Que la habitación sea demasiado pequeña como para deslizar una balda sobre otra y extraerla o introducirla.
  • Que se desencaje el destornillador que se usa como palanca para introducir la balda a lo bestia.
  • Que una vez introducida perfectamente, no quiera encajarse con el resto al presionarla.
  • Que se suelte la cuerda que sujetaba la puerta del cajetín.
  • Que, por mucho que presiones, la puñetera balda no quiera meterse y acabes descascarillando la balda de arriba del todo.
Finalmente, y tras tres cuartos de hora de intentar meter la balda de las narices, lo hemos conseguido... pero eso sí, hemos acabado los dos -y el cuarto entero- llenos de polvo que había en el cajetín y con un dolor de brazos que tardará en quitarse....

lunes, 17 de abril de 2006

Bitácora de viaje: Día Seis, Túnez

El día amaneció soleado y prometedor... hasta que vimos el agua que rodeaba al barco. No era azul y cristalina como en Villefrance o Italia... era marrón. Habíamos llegado a Túnez.

Preparamos nuestros bocadillos como de costumbre (añadiendo tortillas de jamón de york, tomate natural y queso al repertorio) decididos a no probar ningún tipo de alimento en la ciudad a la que nos dirigíamos sin tener demasiada idea de qué nos íbamos a encontrar. Como todos íbamos con el mismo acojone encima, nos juntamos unos 20 para ir todos juntos...

Nada más salir del barco, un minibus nos paró y nos dijo que nos llevaba a todos hasta la ciudad por 10 €. Aunque parecía que era demasiado pequeño para albergarnos a nosotros y a otras 8 personas que ya había montadas, había asientos que se sacaban de la nada y se colocaban en el pasillo... lo cual era una total falta de seguridad... pero bastante útil para que el tío se sacara 50 € más.

Ya en la ciudad, visitamos por fuera la mezquita con un guía que hablaba español muy bien (sin coñas, totalmente cierto)...

Crucero: Aventureros por el Zoco

y nos llevó a una serie de tiendas de su tío y su padre donde nos clavaron de mala manera...

Crucero: Comprar!!

pero donde nos dejaron probarnos la ropa :D

Crucero: Moritas

Finalmente nos dejaron tiempo libre en el Zoco donde pudimos comprar cosas a un precio medianamente más asequible (de 20€ bajaban a 2€ de manera sorprendente cuando Aída -rubia con ojos claros- se ponía a regatear xD). Los comerciantes hacían cualquier cosa con tal de que nos paráramos en su tienda... desde decir todo lo que sabían de español: "Pantoja de Puerto Rico", "Manolo", "Mercadona", "Carrefour",... hasta piropear a las chicas llamándolas "Penélope Cruz" o "Elsa Pataqui"... De hecho, a mí me llamaron Elsa Pataqui e intentaron comprarme por 100 camellos xDDDDD

Crucero: Esperando

Cuando ya era hora de volver, una pareja con dos niños chicos que se había unido a nosotros en el mini-bus desapareció y tuvimos que esperarlos... aunque al final aparecieron cuando ya estábamos montados en el autobús para irnos.

Ya en el barco, Ana y yo nos fuimos derechitas a la clase de danza del vientre que daban... No veas la pechá de reir que nos pegamos bailando... eso es hacer ejercicios para moldear la cintura y lo demás son tonterías.

Animadas con las clases que habíamos recibido, decidimos disfrazarnos de bailarinas exóticas y encaminarnos al concurso de Miss Sereshade que había en el barco. Por el camino nos cruzamos con algunos valientes que también se habían disfrazado...

Crucero: Bailarinas exóticas

Crucero: Miss Sereshade

y otros más que dejo a Ferguson responsable de poner en su blog.

De camino a la discoteca, me encontré con unos rajás muy apañaos que habían montao un grupo de música y me pidieron que les hiciera de bailarina... Aunque luego lo pensé mejor y fui a buscar a Ana y ya las dos empezamos a bailar... si teníamos público y todo!!!

En el concurso, resultó que escogieron a Marcos, Ñete, Jp y Ferguson de "rajás" y eran el jurado!!! La primera prueba fue fácil de superar... consistía en seducirlos para que nos escogieran... y a jp no tenía que seducirlo, sabía que si no escogía lo mataba xD En la segunda prueba -que consistía en ir dándole besos a la gente- no tuve tanta suerte... y fui eliminada, aunque Ana siguió adelante y... casi ganó! Porque en la final quedaron ella y una señora mayor y como el jurado tenía debilidad por la buena señora y sabían que a Ana no podría invitarla a su camarote a pasar la noche... eligieron a la señora que era más feliz que unas castañuelas... aunque la ganadora moral había sido Ana.

Desde aquí quiero hacer un llamamiento a alguna persona que sepa quién tiene los videos en los que salimos de bailarinas con los tocadores de timbales y los del concurso para poder verlos y eliminar los originales xDDD

viernes, 14 de abril de 2006

Siesta antes de comer

Inspira, ... espira. Inspira, ... espira. Inspira..., The Rasmus, '... 'cause she's not the other girls...', claro que no, nadie es igual a otra persona, aunque un poco de normalidad tampoco estaría mal..., espira.

Inspira,... debería ponerme a trabajar un rato... todavía queda más de una hora para empezar a hacer la comida... pero estoy tan tranquila aquí,... espira.

Inspira,... espira. Inspira,... No Doubt, '... so if it's true that love will never die, then why do the lover work so hard to stay... alive...'. Ins -supiro- pira,... las crisis de una en una, espira. Inspira,...-suspiro-.

Inspira,... espira. Inspira,... una voz, dos,... tres... ¿me levanto? -aguanta la respiración escuchando- ... cuatro voces, espira. Inspira, ... ¿cinco? Ah! Que ahora estamos todos, espira. Inspira,... ¿me levanto? ¿Para qué? No puedo aportar más ayuda, espira.

Inspira,... Mary Black mmm ¿The Shadow? sí '... thousand times you cried... the shadow never died...' ... espira. Inspira, ... ¡Ay! Maldita sea, ahora que me estaba durmiendo... maldito cuello y maldita espalda. Inspira, y total, para nada... si luego la mitad de lo que hago lo acabo borrando porque no me gusta,... espira.

Inspira,... debería levantarme, espira... Pero necesito descansar. Inspira,... con tanto darle vueltas a la cabeza no vas a conseguir dormirte... espira. Inspira, Mierda... toda la mañana echada a perder..., espira.

Inspira,... espira. Inspira,...

jueves, 13 de abril de 2006

Bitácora de viaje: Día Cinco, Nápoles

El número de miembros del PEC había crecido considerablemente tras el día lluvioso que pasamos en Roma, pero eso no impidió que nos levantáramos animados en una nueva ciudad: Nápoles. En este caso, no teníamos que coger un tren o un autobús que nos llevara hasta la ciudad, podíamos llegar a cualquier lado andando y así lo hicimos.

Tras esquivar a los vendedores de portátiles ambulantes (no es que seamos frikis, es que vendían portátiles HP y Sony en la salida del puerto... aunque lo más probable es que estuvieran vacíos por dentro :P), seguimos una ruta relajada por la ciudad de Nápoles realizada gracias a la información de la ciudad que nos había enviado Dani Villatoro.

Visitamos varios monumentos y compramos algunas cosas... cuidándonos siempre de los carteristas que decían que eran muy malos en Nápoles... aunque no tuvimos ningún percance y ni siquiera los vimos.

Crucero: paseando por Nápoles

Sin embargo, lo que más nos entusiasmó de la ciudad fueron las pizzas, porque no sé si sabeis que en esa ciudad están las mejores pizzas del mundo (o eso dicen los entendidos del tema). Pedimos 7 pizzas enormes y acabamos hinchados de comer... unos más que otros.

Volvimos al barco con el último bocinazo diciendo que era hora de regresar y no porque estuviéramos hasta las tantas, sino porque ese día había que volver dos horas antes que en el resto de las ciudades. Esto se debía a dos motivos: había que recorrer un largo trayecto hasta nuestro siguiente destino y esa noche era... la cena de gala!!

Cuando llegamos al barco, empezamos a prepararnos para la gran noche y sólo Ana y yo conseguimos estar listas a la hora, mientras que Aída y Laura llegaron como que una hora tarde... aunque fueron las que primero se empezaron a arreglarse. La verdad es que estábamos todos muy puestos, con nuestras mejores pintas... e incluso llegaba a ser raro ver a alguno que otro en chaqueta y corbata. Llevábamos la vestimenta idónea para la ciudad de la "cosa nostra", de la mafia.

Como puede apreciarse en las fotos, estábamos tod@s muy guap@s e incluso los camareros se habían vestido de gala:

Crucero: Noche de gala

Crucero: Cena de gala

Crucero: los chicos enchaquetados

Esa noche había poca gana de discoteca y preferí quedarme en los sofás de la entrada charlando con unos y otros...

Crucero: guardaespaldas

y aunque prometí una tanda de crêpes para el que aguantara más vestido de etiqueta, alguno se rindió pronto...

Crucero: Final de la noche

Finalmente, y tras charlar con todos y más, nos fuimos a dormir tras haber disfrutado de muchos cócteles, muy buena compañía y un look que tardará bastante en repetirse... ¿o no tanto?

lunes, 10 de abril de 2006

Bitácora de viaje: Día Cuatro, Roma

Lluvioso amaneció el día en que íbamos a visitar la que fuera capital del imperio romano. Desayunamos rodeados de grises nubes que lloraban por la mala suerte que habíamos tenido. Preparamos nuestra comida y nos reunimos todos en la zona de desembarque (creedme, esto último no es tan fácil como parece...).

Crucero: La lluvia en Roma es una...

No habíamos contratado excursión... porque no la necesitábamos. Llevábamos con nosotros a la más maravillosa de las guías... ¡¡Aída!! La muchacha se lo había currado, llevaba la ruta preparada, los sitios de interés... si hasta nos había localizado un sitio para tomar helados y un capuccino... pero no adelantemos acontecimientos, empecemos por el principio.

Animados por lo bien organizados que íbamos en Florencia, se unieron a nosotros Fergu, Iván, Ñete y jp. Así que nos montamos en un autobús (aunque en principio íbamos a ir en tren) y nos encaminamos hacia la bellísima ciudad. Las afueras son como las de cualquier otra ciudad italiana o española pero... el centro históricos... eso ya es otra cosa.

Cogimos el metro hasta el Coliseo...

Crucero: El coliseo

y luego continuamos por el Foro... donde podimos disfrutar de un agradable paseo sin necesidad de usar los paraguas. De ahí seguimos recorriendo los maravillosos monumentos de la ciudad que parecían crecer en la calle por arte de magia. Cada esquina que torcíamos desembocaba en un nuevo hito arquitectónico internacionalmente conocido. De igual forma, nuestra fantástica guía nos llevó hasta tiendas para que pudiéramos cargarnos de souvenirs. Y la lluvia no impidió que nos tomáramos fotos en todos esos lugares.

Crucero: Foto con paraguas

Hicimos una pequeña parada para probar la pizza romana y nos encaminamos a la Fontana di Trevi donde todos tiramos una moneda... o más.

Crucero: Fontana di Trevi

Tras visitar el Panteón nos dirigimos a una pequeña cafetería heladería donde descansamos un rato antes de encaminarnos de nuevo a otra serie de monumentos que no relato para no cansar al lector.
Finalmente, llegamos al Vaticano donde alguno parecía que esperaba una iluminación divina... aunque para nuestra desgracia no le llegó y tuvimos que seguir acarreando nuestros paraguas.

Empapados de agua y de emociones regresamos al autobús que nos llevó a nuestro ya familiar SS Oceanic. Esa noche, a bordo había una Fiesta Tropical -ojo a la ironía del destino... fiesta tropical en el día más lluvioso del crucero-, así que nos pusimos en bikini y minifalda y bajamos a la cena...
Después Ana y Quique nos deleitaron con unas maravillosas clases de salsa en nuestro camarote... que empezaba a parecerse al de los hermanos Marx.

Crucero: Clases de salsa

En la discoteca había fiesta... pero la lluvia nos había dejado cansados y ateridos y decidimos no acostarnos muy tarde.... algunos.

Sobre las fotos: Poned el cursor en las fotos para ver un titulillo que les he puesto y haced clic en ellas para verlas más grandes.

martes, 4 de abril de 2006

Bitácora de viaje: Día Tres, Florencia

Como podreis imaginar, el día llegó demasiado pronto para mí. Pero aún más porque los vecinos de la habitación de al lado habían tenido una mala noche de ligoteo (lo cual no me extraña) y se dedicaron a "darse de calamonazos contra la pared".

Con menos de una hora de sueño, los virus que invadían mi cuerpo se hicieron los dueños del lugar, convirtiéndome durante todo ese día en "Manolo"... llegando incluso a un punto en que no podía hablar casi nada!!!

Desayunamos y preparamos nuestros bocatas como todos los días y nos encaminamos hacia la zona de desembarque para tomar un autobús que nos llevara hasta el centro de Livorno (o eso dice Quique, porque todos los puertos eran iguales...) y de ahí tomar el tren hacia Florencia.

Nada más llegar a la estación de Florencia, tuvimos un pequeño percance, porque Jesús y Laura desaparecieron en busca de información y tardaron más de media hora en aparecer...
Una vez todos reunidos, nos dirigimos hacia il Domo, la catedral, pa que nos entendamos, donde había una torre monísima llena de escaleras a la que Aída, Ana, Jesús y Laura se encaramaron, mientras Quique y yo tomábamos nuestro lunch y visitábamos la catedral y los alrededores.

Crucero: Il Domo

Cuando por fin bajaron, visitamos algunas cosas más de la ciudad....

Crucero: Arco de Florencia (bolos)

y, en medio de nuestro paseo, llegamos a un puente donde hay que poner candados para casarse (a mí no me pregunteis, son cosas de los italianos y como comprendereis ninguno nos paremos a ponerlo) donde encontramos a algunos de los que habían contratado excursión.

Puente florentino

Como la temperatura acompañaba, decidimos acercarnos a una heladería que nos había recomendado Dani Villatoro (junto con millones de cosas más sobre Florencia). Craso error. Nunca debimos probar aquellos maravillosos manjares de los dioses... ahora cualquier helado no es comparable a los exquisitos sabores que probamos en una pequeña calle florentina. Mirad si no la cara de exaltación que tenemos todos.

Crucero: Gelato

Finalmente, retomamos nuestro tren y nuestro autobus de vuelta al SS. Oceanic.

Esa noche era la de los Drag Queen... pero por mucho que insistimos, ninguno de los chicos se atrevió a enfundarse mi minifalda... cobardes. Eso sí, hubo algún valiente que sí se atrevió... aunque no pongo fotos por preservar su intimidad.

Nosotras nos pusimos un poco a lo garçon y bajamos a la fiesta... aunque de nuevo para mí acabó pronto porque, como me dijo Aldo, "se me enfermó!". Aunque no fui la única que estaba enferma, Ana también se unión a mí en los medicamentos (añadiendo algunos de la reserva de Quique) y en las bebidas "renovadoras". Si no recuerdo mal, ese día Alberto dió por creado el PEC (Pro-Enfermos del Crucero). Así que, tras tomarme un vaso de leche con miel, me fui a dormir.