Hay un dicho por ahí que dice: "la mano derecha no sabe que hace la izquierda"... o algo así, mi memoria no es lo que era. El problema es que la mano derecha no hace lo que nosotros queremos realmente hacer, sino lo que cree que es mejor para nosotros mientras que la izquierda se afana por ir impidiendo que las cosas hechas en nuestro beneficio nos ahoguen y asfixien.
Normalmente no llegamos a darnos cuenta de esta situación y vivimos semiasfixiandos, haciendo lo que debemos hacer y lo que creemos que es mejor para nosotros. Sin embargo aquello que alimenta nuestro cuerpo y, probablemente nuestra mente, no es lo mismo que necesita nuestra alma.
Sé que resulta raro oir hablar a una agnóstica del alma, pero todos sentimos que dentro de nosotros hay una parte siempre atenta a aquellas necesidades que, racionalmente, no tenemos en cuenta. Esta parte olvidada de nosotros mismos suele acabar saturada de tantas y tantas cosas que dejamos de hacer "por nuestro propio bien". A veces encuentra una manera de hacernos llegar el mensaje, y conseguimos huir del círculo asfixiante de auto-mentiras. Otras veces, no obstante, tiene que conformarse con enviar mensajes sutiles y controlar nuestro subconsciente, impidiéndonos alcanzar una meta que creíamos querer. Es lo que se conoce como autosabotaje.
El autosabotaje empieza sutílmente: dolor de cabeza cuando no quieres ir a una fiesta que habías organizado tú, retrasos y despistes tontos cuando tienes una cita con alguien a quien se supone que quieres ver... Progresivamente va empeorando, te vas enfadando sin motivo, irritándote en aquellas situaciones en que se supone que tendrías que estar divirtiéndote, cometiendo errores tontos mientras trabajas que te lleva días o incluso semanas arreglar. A pesar de todo esto, no solemos darnos cuenta hasta que algo de nuestro entorno nos hace estallar; hasta que algo nos obliga a enfrentarnos a los "despistes" de nuestro yo interior, nuestro niño interior que se le suele llamar.
El problema, llegados a este punto, es saber qué es lo que queremos realmente y alcanzar un equilibrio entre una vida en la que hagamos realidad nuestros sueños y anhelos y otra en la que podamos permitirnos llevarlos a cabo. Como dirían en un anuncio de cuartos de baño, ¿y ahora qué?
Si alguien tiene alguna solución, dejéla aquí.
Normalmente no llegamos a darnos cuenta de esta situación y vivimos semiasfixiandos, haciendo lo que debemos hacer y lo que creemos que es mejor para nosotros. Sin embargo aquello que alimenta nuestro cuerpo y, probablemente nuestra mente, no es lo mismo que necesita nuestra alma.
Sé que resulta raro oir hablar a una agnóstica del alma, pero todos sentimos que dentro de nosotros hay una parte siempre atenta a aquellas necesidades que, racionalmente, no tenemos en cuenta. Esta parte olvidada de nosotros mismos suele acabar saturada de tantas y tantas cosas que dejamos de hacer "por nuestro propio bien". A veces encuentra una manera de hacernos llegar el mensaje, y conseguimos huir del círculo asfixiante de auto-mentiras. Otras veces, no obstante, tiene que conformarse con enviar mensajes sutiles y controlar nuestro subconsciente, impidiéndonos alcanzar una meta que creíamos querer. Es lo que se conoce como autosabotaje.
El autosabotaje empieza sutílmente: dolor de cabeza cuando no quieres ir a una fiesta que habías organizado tú, retrasos y despistes tontos cuando tienes una cita con alguien a quien se supone que quieres ver... Progresivamente va empeorando, te vas enfadando sin motivo, irritándote en aquellas situaciones en que se supone que tendrías que estar divirtiéndote, cometiendo errores tontos mientras trabajas que te lleva días o incluso semanas arreglar. A pesar de todo esto, no solemos darnos cuenta hasta que algo de nuestro entorno nos hace estallar; hasta que algo nos obliga a enfrentarnos a los "despistes" de nuestro yo interior, nuestro niño interior que se le suele llamar.
El problema, llegados a este punto, es saber qué es lo que queremos realmente y alcanzar un equilibrio entre una vida en la que hagamos realidad nuestros sueños y anhelos y otra en la que podamos permitirnos llevarlos a cabo. Como dirían en un anuncio de cuartos de baño, ¿y ahora qué?
Si alguien tiene alguna solución, dejéla aquí.
6 comentarios:
eso de "impidiendonos alcanzar metas que creíamos querer" me suena...
en fin, cuando uno deja de alcanzar metas que anhelaba, la única opción es plantearse otras metas diferentes que perseguir, creo yo. y esta vez, plantearse más profundamente estas nuevas metas ;)
Mal de muchos... así que, consolada quedo xD
El problema es al contrario: lo que pasa cuando te autosaboteas es que las metas que perseguías y que dejas de alcanzar no son las que tu subconsciente quiere que alcances, las que realmente quieres, sino que son las que, por lógica, conveniencia, costumbre, deberías querer alcanzar.
Luego lo que tengo que hacer es descubrir qué metas quiero realmente y no buscar otras "de mentira".
As you know, te entiendo perfectamente!!
Es complicado, muy complicado tomar una decisión importante en la vida.. Cierra los ojos, aíslate de todo tu alrededor y piensa en tí. Quizás así verás un poco más claro lo que quieres. El riesgo a equivocarte lo tendrás siempre, pero eso es también la chispa de la vida, no?
Yo vivo con más tranquilidad. Hace un tiempo (años ya) que me quité el reloj y no me preocupa llegar tarde a casi ningún sitio. Me levanto cuando puedo y me acuesto cuando tengo sueño. Si tengo que entregar algo, no duermo, directamente. Si hay algo que no sale, pues no sale. No me como la cabeza. Eso sí, siempre cumpliendo lo que se pide de mí (número de horas y demás).
Con todo esto, no tengo "malas pasadas" respecto al cuerpo, o como tú llamas el "autosabotaje", porque sencillamente, en cualquier tema que pudiera generarme preocupacios "hago lo que me da la gana". Si aún así sigue acechándome un "system malfunction", sencillamente paso. No necesito llegar a ciertas metas para autodemostrarme lo que valgo, que es algo que ya sé, modestia aparte. Ojo, eso no quiere decir que haya perdido ambiciones, que sea un manta en el trabajo, o que pase del mundo. Más bien es que me resbalan muchas cosas que antes no me resbalaban. Y vivo mejor, trabajo mejor y obtengo mejores resultados.
¿Ejemplo de esto? Paso de ponerme metas concretas tipo "voy a sacar x publicaciones" o "voy a sacar mejores resultados que pepito en el algoritmo". Lo que hay es lo que hay, y punto.
En definitiva, preocuparse menos, y hacer las cosas menos resultado-centri o tarea-centric, y más nosotros-centric, tratando de disfrutar con el trabajo. Como decía la Madre Teresa de Calculta,
"Lo que importa es cuánto amor ponemos en el trabajo que realizamos".
Joe qué post tan profundo... rara vez has hecho uno así.
Todos sentimos que hay cosas que se deberían hacer según la situación y demás, pero ya habrá más tiempo adelante para plantearse esas cosas. Tú sigue con tus propias metas que para eso son las que tú quieres y te harán más ilusión. (creo que me he liado xD)
"voy a sacar mejores resultados que pepito en el algoritmo"
Mentira!!! Hay que publicar mil millones de cosas y sacar mejores números que nadie!!
MUAJAJA!
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