No quiero contar con detalle qué hemos hecho Aída y yo estos 12 días por ahí perdías, pero por lo menos quería poner un pequeño resumen.
La idea del viaje era ir a Londres a visitar a Blanca, la prima de Aída. Pero antes, pasamos por Barcelona y Figueras para visitar a otros primos suyos...
Barcelona
Visitamos la ciudad condal durante dos días de andar mucho y vistar muchas cosas. Dormimos en casa de Camino, que además nos hizo de guía en la distancia - (señalándonos en un mapa) porque ella tenía que trabajar- y en la cercanía sacándonos de marcha junto con su hermano Pedro.
Simplemente decir que la ciudad me gustó mucho, a pesar de que hasta los ascensores hablaban en catalán y que nos diluvió.
Figueras y alrededores
Estuvimos durmiendo en casa de Nicolás, otro primo de Aída, y comiendo en las casas de los padres de este. Todo fue muy familiar y muy bonito, con jardines inmensos y comida infinita... mucho mejor aún porque estaba por allí la abuela de Aída que es super tierna y no paraba de mimarnos :D
Londres
Finalmente llegamos a nuestro destino original. La ciudad enorme, mucho más grande que Madrid y con tantas cosas que visitar que pensamos que no nos daría tiempo. Como Blanca trabajaba, Margarita -una amiga de Torrecilla de Aída- nos recogió y nos hizo de guía los primeros días, hasta que pudimos valernos por nosotras mismas con el metro y los autobuses rojos de dos plantas :)
La casa de Blanca era el Hostal Royal Manzanares... allí vivían 3 polacos (Ola, Ula y Remi) y Blanca, pero es que además dormíamos Margarita, Aída y yo los tres primeros días y después llegó Pablo (un amigo transitivo de Blanca) y, el sábado, Javier (un acoplao). Lo peor de todo esto no eran las colas para la ducha... sino que Roy, el casero, vivía en la planta de arriba y estaba mosca porque había mucha gente entrando y saliendo y mucho gasto de luz... conclusión: estábamos soliviantaos tó el día.
Un día normal por allí era: levantarse, desayunar en familia, visitar cosas, comer un sandwich, saludar a Blanca en el trabajo, volver a casa, preparar la cena, cenar en familia y velada con peli/salir a tomar algo. Vamos, un no parar en todo el día.
Y nada más, pondré fotos en cuanto hagamos recopilación de la cámara de ambas y sólo me queda dar las gracias a Aída por secuestrarme y a toda la gente que he conocido en este viaje por acogernos, por su amabilidad y por los días inolvidables que hemos pasado juntos. Espero que nos veamos pronto.