Como podreis imaginar, el día llegó demasiado pronto para mí. Pero aún más porque los vecinos de la habitación de al lado habían tenido una mala noche de ligoteo (lo cual no me extraña) y se dedicaron a "darse de calamonazos contra la pared".
Con menos de una hora de sueño, los virus que invadían mi cuerpo se hicieron los dueños del lugar, convirtiéndome durante todo ese día en "Manolo"... llegando incluso a un punto en que no podía hablar casi nada!!!
Desayunamos y preparamos nuestros bocatas como todos los días y nos encaminamos hacia la zona de desembarque para tomar un autobús que nos llevara hasta el centro de Livorno (o eso dice Quique, porque todos los puertos eran iguales...) y de ahí tomar el tren hacia Florencia.
Nada más llegar a la estación de Florencia, tuvimos un pequeño percance, porque Jesús y Laura desaparecieron en busca de información y tardaron más de media hora en aparecer...
Una vez todos reunidos, nos dirigimos hacia il Domo, la catedral, pa que nos entendamos, donde había una torre monísima llena de escaleras a la que Aída, Ana, Jesús y Laura se encaramaron, mientras Quique y yo tomábamos nuestro lunch y visitábamos la catedral y los alrededores.
Cuando por fin bajaron, visitamos algunas cosas más de la ciudad....
y, en medio de nuestro paseo, llegamos a un puente donde hay que poner candados para casarse (a mí no me pregunteis, son cosas de los italianos y como comprendereis ninguno nos paremos a ponerlo) donde encontramos a algunos de los que habían contratado excursión.
Como la temperatura acompañaba, decidimos acercarnos a una heladería que nos había recomendado Dani Villatoro (junto con millones de cosas más sobre Florencia). Craso error. Nunca debimos probar aquellos maravillosos manjares de los dioses... ahora cualquier helado no es comparable a los exquisitos sabores que probamos en una pequeña calle florentina. Mirad si no la cara de exaltación que tenemos todos.
Finalmente, retomamos nuestro tren y nuestro autobus de vuelta al SS. Oceanic.
Esa noche era la de los Drag Queen... pero por mucho que insistimos, ninguno de los chicos se atrevió a enfundarse mi minifalda... cobardes. Eso sí, hubo algún valiente que sí se atrevió... aunque no pongo fotos por preservar su intimidad.
Nosotras nos pusimos un poco a lo garçon y bajamos a la fiesta... aunque de nuevo para mí acabó pronto porque, como me dijo Aldo, "se me enfermó!". Aunque no fui la única que estaba enferma, Ana también se unión a mí en los medicamentos (añadiendo algunos de la reserva de Quique) y en las bebidas "renovadoras". Si no recuerdo mal, ese día Alberto dió por creado el PEC (Pro-Enfermos del Crucero). Así que, tras tomarme un vaso de leche con miel, me fui a dormir.
Con menos de una hora de sueño, los virus que invadían mi cuerpo se hicieron los dueños del lugar, convirtiéndome durante todo ese día en "Manolo"... llegando incluso a un punto en que no podía hablar casi nada!!!
Desayunamos y preparamos nuestros bocatas como todos los días y nos encaminamos hacia la zona de desembarque para tomar un autobús que nos llevara hasta el centro de Livorno (o eso dice Quique, porque todos los puertos eran iguales...) y de ahí tomar el tren hacia Florencia.
Nada más llegar a la estación de Florencia, tuvimos un pequeño percance, porque Jesús y Laura desaparecieron en busca de información y tardaron más de media hora en aparecer...
Una vez todos reunidos, nos dirigimos hacia il Domo, la catedral, pa que nos entendamos, donde había una torre monísima llena de escaleras a la que Aída, Ana, Jesús y Laura se encaramaron, mientras Quique y yo tomábamos nuestro lunch y visitábamos la catedral y los alrededores.
Cuando por fin bajaron, visitamos algunas cosas más de la ciudad....
y, en medio de nuestro paseo, llegamos a un puente donde hay que poner candados para casarse (a mí no me pregunteis, son cosas de los italianos y como comprendereis ninguno nos paremos a ponerlo) donde encontramos a algunos de los que habían contratado excursión.
Como la temperatura acompañaba, decidimos acercarnos a una heladería que nos había recomendado Dani Villatoro (junto con millones de cosas más sobre Florencia). Craso error. Nunca debimos probar aquellos maravillosos manjares de los dioses... ahora cualquier helado no es comparable a los exquisitos sabores que probamos en una pequeña calle florentina. Mirad si no la cara de exaltación que tenemos todos.
Finalmente, retomamos nuestro tren y nuestro autobus de vuelta al SS. Oceanic.
Esa noche era la de los Drag Queen... pero por mucho que insistimos, ninguno de los chicos se atrevió a enfundarse mi minifalda... cobardes. Eso sí, hubo algún valiente que sí se atrevió... aunque no pongo fotos por preservar su intimidad.
Nosotras nos pusimos un poco a lo garçon y bajamos a la fiesta... aunque de nuevo para mí acabó pronto porque, como me dijo Aldo, "se me enfermó!". Aunque no fui la única que estaba enferma, Ana también se unión a mí en los medicamentos (añadiendo algunos de la reserva de Quique) y en las bebidas "renovadoras". Si no recuerdo mal, ese día Alberto dió por creado el PEC (Pro-Enfermos del Crucero). Así que, tras tomarme un vaso de leche con miel, me fui a dormir.
6 comentarios:
Nada, que como estoy harto de escribir mi novela "Memorias de una hormiga", me he metido a mirar el blog.
Por cierto, si hubiéramos ido de Civitavecchia a Florencia, visto Florencia, y regresado al barco en el mismo día, sí que nos tendrían que haber puesto un monumento. Bastante tuvimos ya con ir desde Livorno, no crees? :P
Pos nada, sigo relatando las aventuras de Z, y esas cosas tan entretenidas... :(
Oyeeeee prendaa que a algunas no nos salió la vena drag porque no estábamos inspiraaadas.
Estoo... y no estabamos jugando al Party, me temo.
Ele, Quique, corregido :P
Fergu... si es que teníais que haberos dejado!! No viste lo bien q se te daba ir en el equipo de las chicas? xDDDD
Pos sí... menos mal que no se te ocurrio subirte a la torre "monísima...." porque hubieramos vuelto con una menos... aunque bien pensado.. habría mas sitio en la habitación :P.
Los helados lo mejor de Florencia, que se quiten escaleras, catedrales ... y to lo demás
Desde luego, si es que esta gente ve 4 escalones y se cansan sólo de mirarlos :P
Por cierto, qué horterada de iglesias, catedrales y similares. Parecían cuartos de baño.
Ah!! Qué pasa? Es q no había suficientes drag queen x ahí suelt@s? Ya staba hasta repetido xD
hola!
recomendáis algún hotel, hostal en florencia?
gracias
un saludo
merylux
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