Creo que todavía no había puesto ninguna canción de Within Temptation en mi blog (salvo alguna mención al tono del móvil)... y eso es imperdonable. Me ha costado un rato decidir cuál iba a poner... y al final me quedo con esta, aunque prometo poner más en breve :)
Os dejo otra de mis traducciones libres:
I can see
Puedo ver
when you stay low nothing happens
que cuando estás escondido no pasa nada
Does it feel right ?
¿Es esto correcto?
Late at night
Tarde por la noche
things I thought I put behind me
las cosas que pensé haber dejado atrás
haunt my mind
acosan mi mente
I just know there's no escape now
Sé que no hay escapatoria
once it sets its eyes on you
una vez que pone su mirada en ti
but I won't run, have to stare it in the eye
pero no huiré, tengo que enfrentarme a ello
Stand my ground, I won't give in
Resistiré, no me rendiré
No more denying, I gotta face it
No más negarlo, tengo que enfrentarme a esto.
Won't close my eyes and hide the truth inside
No cerraré mis ojos ni esconderé la verdad
If I don't make it, someone else will
Si no lo hago yo, alguien
Stand My Ground
ocupará mi lugar
It's all around
Todo a mi alrededor
getting stronger, coming closer
se vuelve más fuerte, se acerca más
into my world
a mi mundo
I can feel
Puedo sentir
that it's time for me to face it
que es el momento de que enfrente a ello
can I take it?
¿Puedo hacerlo?
Though this might just be the ending
Aunque esto puede que sólo sea el final
of the life I held so dear
de la vida que tanto amo
but I won't run, there's no turning back from here
no huiré, no hay vuelta atrás desde aquí.
Stand my ground, I won't give in
Resistiré, no me rendiré
No more denying, I gotta face it
No más negarlo, tengo que enfrentarme a esto.
Won't close my eyes and hide the truth inside
No cerraré mis ojos ni esconderé la verdad
If I don't make it, someone else will
Si no lo hago yo, alguien
Stand My Ground
ocupará mi lugar
All I know for sure is I'm trying
Lo único que tengo claro es que lo estoy intentando
I will always stand my ground
y siempre permaneceré en mi sitio
Stand my ground, I won't give in(I won't give in)
Resistiré, no me rendiré (No me rendiré)
I won't give up (I won't give up)
No desistiré (No desistiré)
No more denying, I gotta face it
No más negarlo, tengo que enfrentarme a esto.
Won't close my eyes and hide the truth inside
No cerraré mis ojos ni esconderé la verdad
If I don't make it, someone else will
Si no lo hago yo, alguien lo hará.
Stand my ground, I won't give in
Resistiré, no me rendiré
No more denying, I gotta face it
No más negarlo, tengo que enfrentarme a esto.
Won't close my eyes and hide the truth inside
No cerraré mis ojos ni esconderé la verdad
If I don't make it, someone else will
Si no lo hago yo, alguien
Stand My Ground
ocupará mi lugar
La vida no es fácil, desenredar los hilos que la forman es nuestra misión si queremos comprenderla y disfrutarla.
lunes, 26 de enero de 2009
miércoles, 21 de enero de 2009
martes, 20 de enero de 2009
Let's Powerball (II): DIY Speed Meter
I've bought a Powerball not so long ago and I decided to buy it without the inbuilt digital speed meter. However, a workmate (Richard, a.k.a. the EDLUT designer) has developed his own revolution counter using a coil of enamelled copper wire, an audio cable and a computer with Matlab.
How to do a speed meter (rpm counter) for a regular NSD Powerball:
How to do a speed meter (rpm counter) for a regular NSD Powerball:
- Check that your Powerball has a magnet inside. You only have to put it close enough to another magnet.
- Look for an unused jack plug (the one used to connect the phones to the computer) with a long wire.
- Attach the audio cable to the wrist band hole. Leave the majority of the cable at the plug side.
- Make a coil with the enamelled copper wire. Stick it around the top of the Powerball using some tape.
- Strip the audio cable and remove the enamel from the wire. Sold them or join them with some tape. It should look like this.
- Connect the jack plug to the microphone hole.
- Lanch the Matlab code and start your Powerball. (You can download it from Sourceforge)
- ENJOY!
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miércoles, 14 de enero de 2009
La princesa de porcelana
Mia intentó concentrarse en su trabajo, tenía que terminar una redacción y no podía hacerlo por el dolor que sentía en el estómago. Era como si alguien estuviera intentando escapar del interior de su barriga, escarbando en sus entrañas. Pero allí no había nada. Ella se había encargado de expulsarlo.
Levantó la vista y gimió al ver su propio reflejo en la ventana. Rápidamente volvió a mirar el papel e intentó concentrarse, pero no era fácil, ahí estaba de nuevo esa vocecita que le recordaba cada insulto que había recibido, cada mirada acusadora, cada rechazo, cada bocado.
No era justo, ella estaba intentando cambiar pero su cuerpo era débil, necesitaba alimentos, no como su voluntad que buscaba desesperadamente adelgazar tanto que la aceptaran o desapareciera en el intento. Cualquier cosa era mejor que sufrir continuamente el desprecio de los demás... o, lo que era peor, el desprecio de una misma.
Hubo un tiempo en que era feliz, qué tonta era entonces, creía que la gente la apreciaba por lo simpática que era... pero ahora la gente la odiaba y ella quería cambiarlo, quería gustarle a los chicos y no ser la broma continua de todos los que la conocían.
Ana, su amiga, su ejemplo a seguir, le había explicado todos los tips y ella los había seguido. Pero nada funcionaba, adelgazaba más y más, cada día más esbelta, más perfecta, y aún asi la gente seguía tratándola igual. Incluso sus padres, que siempre habían estado orgullosos de ella, ahora la despreciaba y la controlaban, intentaban ponerle trabas a su camino hacia la perfección. ¿Por qué no la entendían?
Con un suspiro volvió a mirarse en la ventana y, por primera vez en mucho tiempo, fue capaz de ver el exterior. Entre las oscuras nubes de fuera caían pequeños copos de nieve revoloteando hasta posarse en la manta blanca que cubría el suelo. De un salto, Mía se levantó y abrió la ventana y respiró el aire frío del exterior. Se sentía viva y necesitaba salir. Se dirigió al armario y empezó a buscar. Recordaba que tenía un "abrigo de Michelín", como le decía Ana, por algún lado. Ahora siempre tenía frío, pero la ropa abrigada la hacía gorda y la había desterrado al fondo de su armario.
Se puso el largo abrigo de invierno y se sintió mejor, más abrigada que nunca. Pero sus ojos fueron a posarse en el reflejo que le devolvía el espejo. Se odió a sí misma, tan gorda, tan descuidada. Pero su corazón le pedía salir y, juntando toda la energía que le quedaba, echó a correr escaleras abajo.
Como si de una niña se tratará empezó a pasear por la nieve con una sonrisa en la cara, empezó a recordar otros tiempos, tiempos en los que era feliz, quedaba a ver tiendas y comer churros con chocolate. Sin querer sus pasos la llevaron hasta la cafetería a la que iba antes. Ese ya no era su sitio, allí sólo había aquello que se había prohibido a sí misma: comida. Pero desde el cristal podía ver a la gente riendo, un grupo de amigas cotilleando y el mismo camarero de siempre que coqueteaba con ella antes de que todo el mundo la odiara. Algo la impulsó a entrar.
El olor a comida la mareaba, en su interior el monstruo de su estómago intentaba desesperadamente salir.
- ¡Hombre! ¡Cuánto tiempo! La muchacha más guapa del barrio.- dijo el camarero a modo de saludo.
Mía se fijó en sus ojos verdes y en su sonrisa perfecta,
- Hola. contestó tímidamente.
- Bueno, ¿qué haces tan sola? El otro día vinieron tus amigas y les estuve preguntando por ti, decían que ya no salías con ellas, que querías amigas más guays, más perfectas. Pensé que se equivocaban de chica, tú jamás dirías eso, con lo apañá que eres - le dijo soltándole un guiño- . Ahora veo que lo que te pasa es que estabas enferma, tienes mala cara, pero un buen chocolate te hará sentir mejor.- y se alejó sin dejarle replicar.
Mía se mordió el labio y recordó a sus antiguas amigas, todas eran demasiado gordas e imperfectas para Ana, así que la habían dejado sola, la habían abandonado... ¿o había sido al revés?
El camarero volvió con dos chocolates y unos cuantos churros y se sentó con ella.
- He pensado que me voy a tomar ahora mi descanso, así me cuentas qué tal estás.
Mía no se podía creer lo que le estaba pasando, tanto tiempo deseando que los chicos se fijaran en ella y ahora lo estaba consiguiendo. Ana tenía razón. Durante media hora estuvieron comiendo y riendo, hacía tanto tiempo que no se sentía tan bien. De repente la vocecita de su interior le recordó que tenía que expulsar todo lo malo de su interior y se disculpó para ir al baño. El camarero le cogió la mano cuando se alejaba.
- No lo hagas, no lo necesitas.
- No sé de qué me hablas- contestó Mía entre asustada y ofendida.
- No vomites, antes eras perfecta, ahora no eres más que un fantasma. Me horroriza pensar que te has hecho esto a ti misma.- le dijo con angustia en la voz.
- ¡Nunca te habrías fijado en mí si siguiera siendo gorda!- le gritó amargamente Mía.
- ¡Sí me fijé en ti! No recuerdas cómo coqueteaba contigo, y siempre deseé pedirte salir... pero no me atrevía. Hoy... hoy me he dado cuenta de que esto es en parte mi culpa, si te hubiera dicho lo que sentía... lo mismo nunca habrías querido cambiar. Porque yo te habría dicho que no lo necesitabas, te hubiera ayudado.
- No es tu culpa, no es un problema, es mi decisión- contestó a la defensiva Mía.
El mundo empezaba a darle vueltas, ¿sería verdad lo que decía? Temblando de pies a cabeza se apoyó en la mesa. El camarero se levantó y la sujetó.
- Me gustaban tus mejillas sonrosadas, tus piernas esbeltas, tus caderas redondeadas y los hoyuelos que te salían al reír. Eras perfecta, y todavía lo eres, muy dentro de ti. Déjame que te ayude, para de hacerte daño y permite a los demás volver a tu vida. Ana no es tu amiga, ella sólo tiene envidia de ti.
Mía apoyó la cabeza en su hombro y lloró. Tenía razón, antes todos la querían y desde que Ana entró en su vida les había obligado a salir de su vida. Y todo, ¿para qué? Para conseguir un cuerpo que nadie quería porque era todo huesos, un aliento asqueroso, una sonrisa dañada por los ácidos del estómago y alma destrozada por una enfermedad que hacía que se menospreciara a sí misma.
Ella era perfecta, siempre lo había sido... y podría volver a serlo, con ayuda.
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miércoles, 7 de enero de 2009
Año nuevo... dinámica antigua
Pues ya estamos aquí en el despacho y no cambia mucho la cosa... salvo que tenemos todos más pereza de lo normal y estamos más gorditos xDDD
En cuanto pille una cámara de fotos colgaré los regalillos de los reyes, que de nuevo he conseguido engañarlos con mi plan maestro ^____^
Y ya os dejo, que voy a intentar no escribir posts desde el trabajo... a partir de hoy, que no iba a escribir, pero me ha dao cosa la de tiempo que hacía que no daba señales de vida.
En cuanto pille una cámara de fotos colgaré los regalillos de los reyes, que de nuevo he conseguido engañarlos con mi plan maestro ^____^
Y ya os dejo, que voy a intentar no escribir posts desde el trabajo... a partir de hoy, que no iba a escribir, pero me ha dao cosa la de tiempo que hacía que no daba señales de vida.
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