Un día normal comienza con el sol dándote en la cara a pesar de una persiana valenciana (de esas de tiras que no tapan na) y de unas cortinas azules de florecitas de colorines que tiene Dani en su ventana. Después se puede desayunar... o no, dependiendo de si es hora de coger el H, vamos a la MENSA, una cantina para estudiantes en la que hay comida variada y no muy mal de precio.
Por las tardes, se puede dar una vuelta por el centro, ver monumentos como el Mathildenhöhe -que es un edificio raro que se le ocurrió a un colega a principios de siglo- o algún parque de los múltiples que hay aquí como el Rosenhöhe.
Los primeros días, fueron tranquilos, mucho hablar y descansar. Las horas de siesta se gastan leyendo, escuchando hablar a la guitarra de Dani o simplemente durmiendo. No parece un gran plan, pero es lo que me hacía falta.
Hace un par de noches, para romper la rutina, fuimos a Schloss, un pub-discoteca donde te ponen el sello al entrar aunque no se pague por ello y en el que ponen música que ¡¡¡NO ES REGUETÓN!! Vale, vale, aquí no hay de eso, lo sé, pero el cambio me gustó, aunque se pasaran un poco poniendo hip hop.
Karlshof es una residencia con más de mil habitantes (o eso dicen mis informadores) y en la que, según las mismas fuentes, se dan las mejores fiestas de todo Darmstadt. Tengo la suerte de que ahora mismo estoy viviendo en ella y ya he podido asistir a una de sus fiestas (un poco apagadita, no obstante) y de que esta noche asisteré a otra más. Claro, que al llegar no pude alegrarme excesivamente de tener que pasar aquí 2 semanas... digámoslo así, no es un edificio demasiado pudiente y el caos que reina en el 10-22 (el piso en el que estamos) me hacía (y, a veces, todavía me hace) sentirme como "el orden en el caos". Sin embargo, después de unos días aquí y de haber visto los distintos bloques, árboles e instalaciones que forman el complejo puedo decir que el sitio no está mal. La gente es genial -y muchos intentan hablarme en algún idioma que entienda-, las habitaciones son bastante amplias y hasta los ascensores y los pasillos están decorados con "amor" por los inquilinos.
Hoy he estado en Frankfurt. Ya hablaré mañana de eso, ahora me voy que esta noche Dani y otros dos chicos que han cumplido años la semana pasada (Jordi y Pablo) organizan una barbacoa y ya va siendo hora de que baje a echar una mano.
Por las tardes, se puede dar una vuelta por el centro, ver monumentos como el Mathildenhöhe -que es un edificio raro que se le ocurrió a un colega a principios de siglo- o algún parque de los múltiples que hay aquí como el Rosenhöhe.
Los primeros días, fueron tranquilos, mucho hablar y descansar. Las horas de siesta se gastan leyendo, escuchando hablar a la guitarra de Dani o simplemente durmiendo. No parece un gran plan, pero es lo que me hacía falta.
Hace un par de noches, para romper la rutina, fuimos a Schloss, un pub-discoteca donde te ponen el sello al entrar aunque no se pague por ello y en el que ponen música que ¡¡¡NO ES REGUETÓN!! Vale, vale, aquí no hay de eso, lo sé, pero el cambio me gustó, aunque se pasaran un poco poniendo hip hop.
Karlshof es una residencia con más de mil habitantes (o eso dicen mis informadores) y en la que, según las mismas fuentes, se dan las mejores fiestas de todo Darmstadt. Tengo la suerte de que ahora mismo estoy viviendo en ella y ya he podido asistir a una de sus fiestas (un poco apagadita, no obstante) y de que esta noche asisteré a otra más. Claro, que al llegar no pude alegrarme excesivamente de tener que pasar aquí 2 semanas... digámoslo así, no es un edificio demasiado pudiente y el caos que reina en el 10-22 (el piso en el que estamos) me hacía (y, a veces, todavía me hace) sentirme como "el orden en el caos". Sin embargo, después de unos días aquí y de haber visto los distintos bloques, árboles e instalaciones que forman el complejo puedo decir que el sitio no está mal. La gente es genial -y muchos intentan hablarme en algún idioma que entienda-, las habitaciones son bastante amplias y hasta los ascensores y los pasillos están decorados con "amor" por los inquilinos.
Hoy he estado en Frankfurt. Ya hablaré mañana de eso, ahora me voy que esta noche Dani y otros dos chicos que han cumplido años la semana pasada (Jordi y Pablo) organizan una barbacoa y ya va siendo hora de que baje a echar una mano.
3 comentarios:
Me alegro que estés disfrutando, tú que puedes
Uhmm nada más que fiestas. Veo que son unos días aburridos xD
Curioso... Otro habitante de Darmstadt por aquí... Yo me vive a vivir hace unos 3 meses y ahora me bajo unos días a Madrid, a descansar.
Espero que esta ciudad te esté gustando... Como ves, es muy tranquila, pero oye, es lo que tiene Alemania (no son la juerga padre... Creo que eso lo sabíamos cuando vinimos).
Si necesitas cualquier cosa, mi mail es plumpmedal@yahoo.es
Un cordial saludo desde MartinsViertel :-)
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