martes, 22 de agosto de 2006

Volviendo desde Frankfurt

Después de una tarde de domingo de andar por los territorios de Frankenstein y de una noche de jugar al trivial en inglés, comer pizza y hablar de muuuuchas cosas, nos costó muchísimo levantarnos el lunes. Y no valía apagar el despertador, no había "una horita más", había que hacer la maleta, comer en la Mensa, comprar los souvenirs perecederos, despedirse de la gente y tirar para el aeropuerto.

Dani tuvo el detalle de acompañarme al aeropuerto y de esperarme mientras me peleaba con los múltiples controles de aeropuerto (que mira que son concienzudos estos alemancitos). Aunque yo creo que lo que quería era asegurarse de que me iba, de que me metía en el avión y de que volaba a muchos kilómetros de distancia de él xDDDD.

En el aeropuerto me compré un libro en inglés (The Dark Tower de Stephen King) antes de darme cuenta de que era la última parte de una serie de 7 libros con el mismo nombre... pero bueno, no pasa ná, luego me leo los otros 6. Así que me monté en mi avioncito y salimos pa Barcelona.

En el aeropuerto del Prat estuve poco, porque el vuelo llegó con sólo 30 min de antelación a la hora de embarque para mi puente con Málaga y entre que te aclaras de a dónde ir y tó eso, casi tuve que correr para llegar a tiempo.

Cuando llegué a Málaga descubrí para mi horror que mi pobre maleta se había quedado en Barcelona ya sea por incompetencia del personal de Iberia o porque quería irse de parrana una noche sin mí. Me fuí desolada a casa de mis tíos esperando a que pudieran encontrar a mi pequeña maleta y me la mandaran en el primer vuelo desde Barcelona antes que le diera por irse a recorrer el mundo por su cuenta.

Por la mañana, como los teléfonos de Iberia no paraban de comunicar, me acercaron al aeropuerto y allí encontré a mi maletita, que estaba esperándome obedientemente en una fila desde la que la hubieran llevado (en 2 ó 3 días) hasta la mismísima puerta de mi casa.

Así que, ya completa, me dirigí a la estación de autobuses de Málaga y... aquí estoy, escribiéndoos de nuevo desde Granada :)

jueves, 17 de agosto de 2006

Darmstadt: Heidelberg y Weimar

Heidelberg

El martes estuvimos en Heidelberg, una ciudad a unos 58 km del centro de operaciones, aquí teneis un mapilla. La ciudad es muy bonita, hasta ahora es la que más me gusta de todas las ciudades alemanas que he visitado... eso sí, no he visto muchas que digamos.

Hay muchas cosas que visitar en esta ciudad. Puedes recorrer andando el mayor espacio peatonal de Alemania (no sé si incluso era de Europa) mientras ves tiendas o disfrutas de un café o un kebab (aunque no lo parezca son mucho más comunes que en España). A lo largo de este paseo hay muchísimas plazas y monumentos que se pueden visitar. Tras la catedral del Espíritu Santo, una pequeña calle baja hasta la ribera del río, justo al lado de una estatua de un mono muy curiosa. Al lado de ésta hay unos pequeños ratones de bronce que, según la leyenda, garantizan a aquel que los toque el retorno a esta hermosa villa.

Cruzando el puente y subiendo muuuuuuucho, se pueden admirar una preciosa vista de toda la ciudad desde el "Camino de los filósofos". Según dice Dani, por aquí se paseaba Kant para reflexionar y, cuando él pasaba, ponían en hora el reloj de la catedral.

Esa tarde, llegaron a Heidelberg algunos españolitos que están de interrail y a los que acompañamos en su visita express de la ciudad. Podeis ver fotos de todo esto en el tag Heidelberg de mi flickr.


Weimar

Ayer miércoles estuvimos en Weimar, esta vez algo más lejos de aquí (mapica aclaratorio). Esta vez no viajamos solos Dani y yo, sino que se vinieron Jordi y Pablo, los dos españoles de los que ya os he hablado.

Nada más llegar nos dirigimos hasta el campo de concentración de Buchenwald. Quitando la mierda de grabación de la guía sonora con acento sudaca, la visita no estuvo mal. La verdad es que da bastante repelús el sitio y no deja muy buen estado de ánimo, todavía no me entra en la cabeza que hubiera gente que estuviera de acuerdo con aquello... Pero no quiero meterme en política, esto sólo va a ser una crónica de mis vacaciones.

Después volvimos a la ciudad y estuvimos dando algunas vueltas por ella. Encontramos hasta un castillo de brujas perdido entre sus calles. Y al fin vi los semáforos de la antigua Alemania del Este.

La verdad es que la ciudad no está mal, pero es más "pueblerina" que Heidelberg, probablemente por la falta del ambiente universitario. Las fotillos están en flickr también, con el tag Weimar.

También podeis ver fotos de Frankfurt o, en general, de mis 15 días por Alemania que están empezando a acabarse...

lunes, 14 de agosto de 2006

Darmstadt: Frankfurt + Barbacoa

El sábado por la mañana estuvimos visitando Frankfurt. La ciudad no está mal, lo más famoso son los rascacielos, subimos a uno (pagando) y desde allí podías ver la ciudad a vista de pájaro. Es bastante curioso porque, a los pies de edificios de 50 plantas hay pequeños bloques de 2 o 3 plantas con sus patios interiores... muy coquetos ellos. Después de dar una vuelta por la ciudad y de hacer bastantes fotos (que prometo colgar algún día de estos en flickr) volvimos a Darmstadt.

Esa misma noche, Dani y dos amigos celebraban una barbacoa, como ya comenté... Bueno, pues eso, la barbacoa bien, mucha gente, mucha comida, muy buen ambiente, cerveza y una especie rara de sidra sin alcohol para beber y muchas muchas risas. Hay muchas fotos por ahí sueltas, las mías siguen en la cámara, otras están en internet... pero creo que no voy a dar el enlace xDDD

El domingo fue día de limpieza de la zona cero y de comer los restos (aunque todavía siguen quedando salchichas -que están mejor que las españolas pero siguen sin gustarme- y filetes, no, cerveza no quedo nada... la gente es muy borracha). Esta tarde hay que ir a devolver los cascos porque te dan unos 3 euros por caja completa de cervezas vacías que lleves.

Hoy ha sido un día tranquilo de descansar y de hacer compras. Mañana toca tren... no os digo a dónde para dejaros con la intriga.
Un besote y saludos a todos.

sábado, 12 de agosto de 2006

Darmstadt: Recorriendo la zona

Un día normal comienza con el sol dándote en la cara a pesar de una persiana valenciana (de esas de tiras que no tapan na) y de unas cortinas azules de florecitas de colorines que tiene Dani en su ventana. Después se puede desayunar... o no, dependiendo de si es hora de coger el H, vamos a la MENSA, una cantina para estudiantes en la que hay comida variada y no muy mal de precio.

Por las tardes, se puede dar una vuelta por el centro, ver monumentos como el Mathildenhöhe -que es un edificio raro que se le ocurrió a un colega a principios de siglo- o algún parque de los múltiples que hay aquí como el Rosenhöhe.

Los primeros días, fueron tranquilos, mucho hablar y descansar. Las horas de siesta se gastan leyendo, escuchando hablar a la guitarra de Dani o simplemente durmiendo. No parece un gran plan, pero es lo que me hacía falta.

Hace un par de noches, para romper la rutina, fuimos a Schloss, un pub-discoteca donde te ponen el sello al entrar aunque no se pague por ello y en el que ponen música que ¡¡¡NO ES REGUETÓN!! Vale, vale, aquí no hay de eso, lo sé, pero el cambio me gustó, aunque se pasaran un poco poniendo hip hop.

Karlshof es una residencia con más de mil habitantes (o eso dicen mis informadores) y en la que, según las mismas fuentes, se dan las mejores fiestas de todo Darmstadt. Tengo la suerte de que ahora mismo estoy viviendo en ella y ya he podido asistir a una de sus fiestas (un poco apagadita, no obstante) y de que esta noche asisteré a otra más. Claro, que al llegar no pude alegrarme excesivamente de tener que pasar aquí 2 semanas... digámoslo así, no es un edificio demasiado pudiente y el caos que reina en el 10-22 (el piso en el que estamos) me hacía (y, a veces, todavía me hace) sentirme como "el orden en el caos". Sin embargo, después de unos días aquí y de haber visto los distintos bloques, árboles e instalaciones que forman el complejo puedo decir que el sitio no está mal. La gente es genial -y muchos intentan hablarme en algún idioma que entienda-, las habitaciones son bastante amplias y hasta los ascensores y los pasillos están decorados con "amor" por los inquilinos.

Hoy he estado en Frankfurt. Ya hablaré mañana de eso, ahora me voy que esta noche Dani y otros dos chicos que han cumplido años la semana pasada (Jordi y Pablo) organizan una barbacoa y ya va siendo hora de que baje a echar una mano.

miércoles, 9 de agosto de 2006

La Luna

No se puede mirar la luna y no sentirte empequeñecido y observado. La Reina de la Noche, desde su trono de nubes rige el destino de los viajeros perdidos y mueve sus tropas de mareas hacia los barcos a la deriva. No basta con ocultarse entre cuatro paredes de hormigón. Ella sigue allí arriba, nadie la detiene y por nadie se espera.



Sabia como nadie, Ella sabe qué vendrá, pues la historia de los hombres cicla, al ser estos imperfectos y cometer repetidamente los mismos errores. Desde arriba, los observa acercarse a las piedras gastadas de tantos tropiezos, pero la Luna nunca interferirá, nunca avisará. Ella es jurado, ni policía ni fiscal ni verdugo.

Las nubes se acomodan a su paso, intentando que sus peticiones sean escuchadas, más influencia, más poder, más tormentas. No piensan en proporcionar el agua necesaria para la vida, sólo buscan un permiso para lanzar un ataque destructivo sobre una región, cuanto más marginal, mejor. Si es denegada su petición, retienen sus tropas recelosos de un cambio de la variable reina o lloran desconsolados por no poder satisfacer sus deseos.

Conocedora de su magnificencia, la Luna pasea de día, a la vista de todos y consigue que el mal llamado "Astro Rey" siga el plan que ella ha trazado para este instante, y que puede cambiar en los próximos segundos. Egoista y curiosa, sin preocuparse por las consecuencias, pero anhelante de ellas. Necesidad macabra de forzar a la humanidad hasta su extenuación con un fin "científico".

Reina de la Noche, Señora que todo lo ve y todo lo controla, Mujer de opinión variable, ten piedad de aquellos que conocemos tu poder y evita al hombre su propia autodestrucción.

martes, 8 de agosto de 2006

Darmstadt: Volando

Se encienden los motores (como para no escucharlos, el asiento 32F está pegando al motor derecho). Ponemos rumbo a la pista, aumenta el rugido a mi lado... ALLÁ VOY, rumbo a Madrid.

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No me fijo en el paisaje pardo de Madrid, lo conozco, lo vi cuando llegué hace más de tres horas... (gracias a Iberia he estado esperando media hora más de lo que yo tenía previsto). Abro el Juego de Ender, hace rato que lo medié y eso que lo empecé mientras esperaba a las 15 a que saliera mi vuelo desde Málaga.

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A mi izquierda (asiento 25A) se ve un bosque muy peculiar. Está formado por distintos tipos de árboles blancos, pero los distintos tipos se diferencian claramente aunque compartan el mismo color: grandes, pequeños, de copas amplias, estrechos... De vez en cuando se ve alguna zona despejada en la que empieza a vislumbrarse alguna que otra luz procedente de los habitantes de allá abajo. Vitoria, San Sebastián...

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Hace rato que pasamos cerca de París, ahora giramos hacia Luxemburgo mientras el sol tiñe el horizonte de rojo. En la lejanía se alza majestuoso sobre los demás un árbol inmenso, que muestra su poder sobre los demás lanzando rayos. Abajo empiezan a despertar pequeñas luces, indicativos de que hay algo allí donde los ojos no son capaces de llegar.

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Pensé que me iba a dar más pena no llegar de día para poder apreciar las zonas verdes de Frankfurt y sus alrededores... pero me equivocaba, es mucho mejor de noche. Ves las ciudades rodeadas de luces de distintos colores... aquí un pueblo de fiestas, allá un pequeño aeropuerto... ¿cuál será Darmstadt? Un guiño de luz me hace alzar la vista. Arriba, gobernando un mar de pequeñas luces, se alza redonda y satisfecha la Luna. Bienvenida, me dice mientras se esconde tras las nubes.

Pongan sus asientos en posición horizontal.... Alguna ventaja tenía que tener viajar en una aerolínea española. Vuelvo la mirada hacia el firmamento justo a tiempo de ver cómo la Luna sale de su cama de nubes y guiña de nuevo... empieza la aventura alemana :)