La lluvia caía a raudales sobre los árboles del jardín. Desde el encierro en la celda del frío, los allí cautivos observaban cómo el agua corría libre fuera, escapando del encierro de las nubes. De repente, la envidia fue sustituida por el pánico cuando, por debajo de la puerta que los separaba de la libertad, empezaron a aparecer pequeños ríos de agua turbia.
Asustados, corrieron a avisar a las autoridades con el fin de que impidieran que una nueva desgracia acaeciera sobre ellos. Sin embargo, los responsables, impávidos, disfrutaban de su desayuno sin hacer caso de las súplicas de los habitantes de la Celda del Frío.
Asustados, corrieron a avisar a las autoridades con el fin de que impidieran que una nueva desgracia acaeciera sobre ellos. Sin embargo, los responsables, impávidos, disfrutaban de su desayuno sin hacer caso de las súplicas de los habitantes de la Celda del Frío.
6 comentarios:
Wooooo, vamos, qué completa es la celda del frío, no le falta de nada...
Ten cuidado con la inundación, porque con lo que les gusta el agua a los de tu especie... xD
Hoy es uno de los días que más me he alegrado de no tener que salir de casa y poder observar la lluvia tranquilamente sentada desde el sofa.
Wala, es como La Jungla de Cristal o alguna peli de esas.
Hija, eso de inspirarse en las sucesos de actualidad... pq aunque has dejado el final abierto (bueno, también es posible que se hubieran salvado xD) da qué pensar.
Vamos, si bastante tuve yo con la hora y media de atasco debido a la lluvia ¬¬ pobres los de la celda de tu relato.
Es una critica a dios? XD
Desde hace algún tiempo estoy escribiendo una saga sobre qué la celda del frío, es decir, sobre el despacho nuevo en el que trabajo. Por lo que es totalmente real (Auron, los pobres éramos los compañeros del despacho y yo) y critico a la organización que se encarga de nuestro bienestar (altas esferas de la diputación y del departamento,... bueno, vale Iván, y si existe, también a Dios :P).
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