miércoles, 8 de diciembre de 2010

Matlab: Plot problems

I'm quite desperate. I'm doing obstacle detection using a colleague's Matlab implementation. I've been working with these algorithm and these data for 2 months and finally I'm getting good results so now I need to capture some images... but I've got this problem: 



Why on Earth are all the titles upside down?

I've been having this problem since the first day using his code... The Matlab versions are different, but changing to another one it's not helping. And I've got this problem with all the plot he has in his code... We've tried different things but we don't find the problem. Any suggestions? Please!!

Pensamientos (VII)

Much of the social history of the Western world over the past three decades has involved replacing what worked with what sounded good. In area after area - crime, education, housing, race relations - the situation has gotten worse after the bright new theories were put into operation. The amazing thing is that this history of failure and disaster has neither discouraged the social engineers nor discredited them.

- Thomas Sowell, Is Reality Optional?, 1993

lunes, 29 de noviembre de 2010

Concurso en x4duros

Por Navidades la gente de x4duros quieren hacer un regalillo, así que han puesto el siguiente aviso:

‎"En x4duros.com, Baby-Deco, Deco-Inspiración y La Novia Novata están realizando el Gran Sorteo de Navidad 2010 y repartirán 20 Regalos! entre los participantes",

Y si alguien quiere participar en mi nombre, es totalmente bienvenido xDDD

viernes, 26 de noviembre de 2010

Pensamientos (VI)

You must learn from the mistakes of others. You can't possibly live long enough to make them all yourself.
  - Sam Levenson

lunes, 8 de noviembre de 2010

Gente guapa de Lovaina

El otro día estuvimos de marcha por Leuven aprovechando una de esas invasiones que estamos teniendo estos días. Después de pasar por un pub cuya decoración eran señoras de época con poca ropa... y por un bar cubano (en el que los camareros hablaban español!), nos dirigimos a la zona del canal.

El sitio, que se llamaba algo así como Hungaria, estaba algo vacío... pero nos encontramos a un famosete belga. El colega, que tiene un nombre impronunciable tal que Roel Vanderstukken, es actor de telenovelas y cantante... Y lo mejor de todo, es que estaba acaramelado con una muchacha en la barra... ¡¡y no era su mujer!!

Os dejo una foto del susodicho...



Dejadme, que ha sido un fin de semana entretenido, pero muy largo y empiezo a estar mayor...

lunes, 25 de octubre de 2010

¿Un día como otro cualquiera? (Capítulo V)


Menuda noche que llevo... y sólo acaba de empezar, pensó Raphael mientras auscultaba al paciente. Un atropello con fuga, una pelea a navajazos entre hermanos, una embarazada sexagenaria de parto y ahora esto, una traqueotomía chapucera hecha por una rata de laboratorio en un pub.
- Ángel... -susurró el paciente.
- ¿Perdone? Señor... Brooks, ¿se encuentra usted bien? ¿sabe dónde está?
- ¿Donde... está... el ángel? - preguntó con dificultad el paciente mientras abría los ojos.
- Tranquilícese, soy el doctor Raphael Breuer. Está en un hospital, no intente hablar. ¿Puede seguir la luz? - Está delirando, mierda, ¿tendrá un derrame por la caída?- pensó Raphael mientras movía una pequeña linterna delante de los ojos.

Tras varias comprobaciones más, Raphael se relajó. El señor Brooks empezó a contestar coherente y todo parecía estar bien. Llamó a un enfermero y le pasó el historial actualizado del paciente.
- Señor Brooks...
- Llámeme Johnny, por favor.
- Bien, Johnny. Le han practicado una traqueotomía de emergencia que le ha salvado la vida, pero que puede infectarse. Así que vamos a darle antibióticos y a tenerle en observación, ¿de acuerdo?
- Sí,... pero... ¿dónde está el ángel de la muerte?
- ¿Perdón? - ¿ángel de la muerte?¿dónde he leído yo eso? se preguntó Raphael.
- Ehm... quien me mat... la persona que me salvó.
- ¡Ah! La chica que le practicó la traqueotomía está en la sala de espera - señaló Rick, el enfermero -. No la hemos dejado pasar porque no era familia.
- ¿Quiere usted que vayan a buscarla?
- Sí, por favor.
- ¿Quiere que vaya a buscarla yo, doctor? - preguntó Rick.
- No, me acercaré yo, quiero hablar con ella sobre la "intervención".

Raphael salió de la habitación moviendo la cabeza - ángel de la muerte, ¿de qué me suena?- y se encaminó a la sala de espera. Había poca gente a esas horas, un par de personas esperando entrar en urgencias y una chica. La chica era joven, más bien regordeta y con el pelo castaño y liso; esperaba sentada en uno de los bancos mientras jugaba nerviosa con un mechón de cabello.
- Hola, soy el doctor Breuer, ¿es usted amiga del señor Brooks?
- ¿El señor Brooks? Ehms...¿el alma perdida? digo... ¿Johnny?
- Sí,... Le realizó una traqueotomía en mitad de un bar, ¿no?
- Pues... sí, bueno, se estaba ahogando... se había atragantado... un accidente y... y... simplemente actué.
- Y lo hizo muy bien, dadas las circunstancias. ¿Es usted médico, señorita...?
- Williams, Martha Williams. Y no, bueno, sí. Estudié medicina -contestó la muchacha sonrojándose-, pero ahora mismo trabajo en el laboratorio de farmacéutico de la Universidad.
- ¡Ah! - No iba tan desencaminado con lo de rata de laboratorio después de todo, pensó con una sonrisa-. Su... amigo pregunta por usted, por favor, venga conmigo.
Raphael acompañó a Martha hasta la habitación y después se dirigió hasta la sala de enfermeras. Mientras pensaba en la extraña pareja.
- ¿Cómo se encuentra la señora Diane Smith?
- La milagrosa Sarah evoluciona perfectamente. Y el pequeño también está bien. - le contestó una de las enfermeras.
- ¿Sarah? - preguntó Raphael con un temblor en la voz.
- Sí,como en la Biblia, la mujer de Abraham que dio a luz tan mayor...
- Ehm... claro, claro, Sarah, jeje... discúlpame.
A paso ligero Raphael se dirigió hasta el cuarto de baño y vomitó. Ahora recordaba dónde había leído lo del ángel de la muerte. Con manos temblorosas metió una mano en el bolsillo de su camisa y sacó un papel doblado. Lo extendió completamente y releyó lo que había allí escrito.

Instrucciones para la redención: Raphael, ángel de la enfermedad
Si no cumple las siguientes instrucciones fallecerá irremediablemente en 10 días.
1º Salvar a Abel de las manos de Caín.
2º Ayudar a Sarah a dar a luz.
3º Parar la caída de Lucifer, el ángel de la muerte.
4º Matar a Nabucodonosor, alma perniciosa.
...

Pero, ¿qué estaba pasando? Todo este follón parecía sacado de una teleserie barata y sin embargo... Una nueva nausa le retorció el estómago y se inclinó sobre el váter justo a tiempo.

viernes, 22 de octubre de 2010

¿Un día como otro cualquiera? (Capítulo IV)






Sábado, 20:30

Martha abrió la puerta del laboratorio y se asomó con cuidado. No había nadie. Sin hacer ruido cerró la puerta con llave tras de sí y se acercó a su mesa. Su cara se reflejó en una de las vidrieras. Vaya cara de muerta.

Había pasado toda la noche en vela y todo el día soliviantada, el recuerdo del fax y el eco de los chillidos de la rata al morir le habían impedido concentrarse en cualquier cosa. Por mucho que se dijera a sí misma que era una broma hecha por alguien con un humor muy negro, no conseguía quitarse de la cabeza las líneas de aquel papel... y además estaba la rata. Pobre criatura. Terapia de inhibición del dolor, estaba sufriendo seguro, y ella no la había matado pero... el alambre. Negó violentamente con la cabeza, como intentando echar esas ideas de su cabeza.

Se acercó a la papelera y miró en su interior. Por suerte no recogían la basura en el fin de semana. Apartó un par de artículos llenos de garabatos y allí estaba, el papel arrugado que había salido del fax. Lo cogió con las manos temblorosas e intentó estirarlo. La respuesta estaba ahí.

Cuando llevaba media página leída, un ruido procedente de la zona de las jaulas la sobresaltó. Se levantó para comprobar qué era. Tras un par de pasos dubitativos el sonido volvió a repetirse, era una de las ratas dando vueltas en su rueda. Intentó relajarse, pero su corazón seguía palpitando incontroladamente. No podía quedarse ahí. Recogió sus cosas y salió a la calle.

Sin ser realmente consciente de ello, se dirigió a un pub irlandés que estaba detrás del Hospital al que solían ir cuando a alguien le publicaban un artículo en una revista. Al entrar un par de parroquianos tomando Guiness en la barra se volvieron a mirarla. A parte de ellos, sólo había un hombre con gafas y un Mac que comía frutos secos y una cerveza de tamaño descomunal en una de las mesas. Se sentó frente a él y pidió una botella de Heineken a Sean, el camarero.
Imagen original de Fergu con algún retoque de brillos.

Media hora después, Martha soltó los papeles con un gruñido en su mesa. No había sacado nada en claro, la situación era ridícula, meras coincidencias y aún así... Se levantó y se dirigió al servicio. Al hacerlo chocó con el muchacho del portátil, que justo en ese momento se había levantado también.
- Perdona... -murmuró Martha mientras se apartaba. El hombre soltó un gruñido enfadado a modo de respuesta.
- Oye, ¡que ha sido sin querer! - le imprecó Martha -. No es para que te pongas así.
Se giró hacia él y se quedó helada. La cara del hombre estaba roja y congestionada. Asustada dio un paso hacia atrás y chocó contra una mesa, tirando un vaso.
- ¿Qué está pasando? - preguntó Sean desde la barra.
- Se.. se.. se está ahogando. Ha sido un accidente, yo no quería... no he hecho nada...
Sean salió de detrás de la barra y se acercó corriendo al hombre. 
- ¡Johnny! ¿Estás bien? - le preguntó a la vez que le daba golpes en la espalda. Mientras tanto la cara de Johnny se había tornado morada.
- Joder, no te mueras - gruño Sean mientras le intentaba hacer la maniobra Heimlich sin mucho éxito -. No se supone que tú eres médico. ¡Haz algo!
- Yo... no... no sé... -dije mientras me acercaba dubitativa. En ese momento el hombre dejó de moverse.
- ¡Está muerto! - gritó uno de los parroquianos.
- Mierda, voy a llamar a una ambulancia - dijo Sean mientras dejaba a Johnny sobre el suelo. Al alejarse miró acusadoramente a Martha.

¡No es mi culpa!, gritaba una voz en su cabeza. Pero podría haber hecho algo más... todavía podría... pero, no se atrevía, no después de tantos años... una muerte más. Dos si contaba la rata...
- ¡¡Sean!! Dame una botella de vodka, una pajita y un cuchillo afilado - dijo Martha mientras se arrodillaba junto al hombre muerto - y una pinzas. Vamos a hacerle una traqueotomía.
Martha limpió el cuchillo con el alcohol y lo acercó temblorosa a la garganta del hombre. No del hombre... Johnny... el alma perdida que ella había matado. Y ahora tenía que revivirlo. Realizó una incisión y con ayuda de unas pinzas de hielo sacó un cacahuete de la garganta del hombre. Colocó la pajita en la apertura y la fijó con cinta transparente.
- ¿Sabes hacer RCP? - le preguntó a Sean.
- ¿El qué?!
- Reanimación Cardio Pulmonar
- Ehm... sí, claro.
- Pues empieza, yo cuento y soplo, tú bombeas... 1, 2, 3, 4, - y sopló en la pajita -. Venga, Johnny, tienes que vivir.

Capítulo V

jueves, 21 de octubre de 2010

¿Un día como otro cualquiera? (Capítulo III)


Sábado. 19:00

Las líneas de código que estaba revisando bailaban delante de mis ojos. Estaba seguro de que ayer lo había dejado funcionando... pero esa estúpida "felicitación" me había despistado, seguro que no había guardado la última versión.
Con un suspiro me quité las gafas y empecé a masajearme los ojos. No había pegado ojo la noche anterior. Tendría que haberme quedado en casa, pero este maldito error me había hecho volver. Yo tenía planes, quería ir a dar un paseo por los muelles... o jugar durante 10 horas al WOW. Recogí las gafas y empecé a repasar el código que ahora parecía saltar al ritmo de la canción de Van Halen que estaba escuchando. Mi teléfono empezó a sonar a mitad del solo de guitarra.
- Johnny, soy Jefferson. Es genial saber que siempre se te puede encontrar en el despacho.
- Ehmmmm sí, claro. ¿Qué quieres, Henry? - dije con apatía.
- Espero que ayer no esperaras mucho el fax, me llamó el cliente por la noche para decirme que me lo mandaría hoy a primera hora. No te llamé porque estaba con Molly en uno de esos conciertos que ...
- Pero, si sí llegó - le repliqué mientras él seguía con su parrafada.
- ... y claro, no era posible llamarte - continuó sin escuchar mi respuesta-. En fin, que la cosa es que si puedes comprobar a ver si llegó. Te espero para que me leas un par de cifras y así me ahorro el viaje hasta allí.

Como un zombi me acerqué al fax y recogí las hojas que estaban allí acumuladas. Leí el membrete, uno de los  clientes de la empresa, parecía correcto. Me acerqué al teléfono y le leí a Henry cifras y fechas durante cerca de 20 minutos.

- Y eso es todo. Gracias, Johnny, eres genial. Sabes qué, creo que te mereces un incentivo. Tengo una caja de Bounties en mi mesa, en el primer cajón. Coge uno, muchacho, ¡pero no más, que estás fondón! Bueno, voy a ir cortando...
- Espera, ayer llegó otro fax, que te metí en un sobre y dejé en tu mesa.
- Pues no esperaba más faxes. Será de otra persona. Lo dicho, chico, que te lo pases bien... jugando con el ordenador. Jejeje - y colgó.

¿Y para quién era el fax? Sólo había una forma de saberlo. Me levanté y me dirigí a la mesa de Henry. Me senté en su silla de 1000 dólares, cogí el sobre con el fax y me recliné apoyando los pies en la mesa ébano. Abrí el cajón y cogí los dos últimos pastelillos que le quedaban. Mientras me comía uno saqué los folios del sobre y empecé a leer.

Instrucciones para la redención: Alma perdida
Si no cumple las siguientes instrucciones fallecerá irremediablemente en 10 días.
1º Sucumbir ante el ángel de la muerte.
2º Redimir al ángel caído.
3º Castigar a un ser pernicioso.
...

Alma perdida... LostSoul, ese era mi nick en el War Of Warcarft... me lo puso ella. Molly. Siempre me decía que había perdido mi alma, que no me interesaba por nada y que era un corazón solitario. Molly. Por eso se fue con... él.
Salté de la silla y me dirigí a mi mesa. Alma perdida, ¿quién se creía ese Henry Jefferson que era? Arrugué los folios que tenía en la mano y me acerqué a la papelera. En el último momento me arrepentí y los metí tal y como estaban en mi mochila junto con mi MacBook. Recogí mi chaqueta y la mochila y salí del despacho mientras despotricaba entre los labios.

Necesito una cerveza... una grande. O mejor un Four Roses... doble. Cuando salí del despacho me dirigí hacia el metro, rumbo a mi antro favorito, O'Donnell's.

Capítulo IV

martes, 12 de octubre de 2010

¿Un día como otro cualquiera? (Capítulo II)


Eran las 21:00 de un viernes por la tarde. El laboratorio estaba vacío a falta de ella... y de las ratas que paseaban intranquilas en sus jaulas. Martha cogió una pipeta y succionó una pequeña muestra del tubo de ensayo que tenía delante. Colocó la placa de Petri con la que estaba trabajando bajo el microscopio, aplicó el contenido de la pipeta en ella y observó el resultado. Sin reacción. Genial, cuatro horas desperdiciadas, suspiró mientras vaciaba el contenido de la pipeta en un contenedor de residuos y volvía a empezar.

El ruido mecánico de una impresora de agujas a su espalda hizo que se sobresaltase y soltara la muestra que tenía en ese momento en la mano, cayéndole sobre los pantalones. Perfecto. Mientras se limpiaba se acercó a la máquina de sintetización de encimas y buscó el papel que había causado todo ese estropicio. No había ninguno.

- Entonces, ¿qué máquina ha hecho ese ruido? - se preguntó en voz alta.

En ese momento el ruido volvió a empezar y Marta se giró rápidamente buscando su origen. Finalmente lo encuentró, el fax. Recogió las hojas que habían salido y las leyó por encima.

Instrucciones para la redención: Ángel de la muerte. 
Si no cumple las siguientes instrucciones fallecerá irremediablemente en 10 días.
1º Facilitar el suicido de una criatura torturada. 
2º Matar a un alma perdida. 
3º Resucitar un corazón solitario. 
4º Castigar a un ser pernicioso. 
... 

Con un gruñido arrugó las hojas y las tiró en la papelera más cercana. Ángel de la muerte. Así es como la llamaron después de su primer (y único) año de residencia cuando varios pacientes murieron tras su intervención...

- A ver, ¿quién es el gracioso? ¡¡Venga!! JA JA ¡Muy bueno! Ahora sal y mira el resultado de tu broma - gritó Martha al laboratorio solitario. Pero nadie le contestó.

- Será mejor que me vaya ya... antes de que termine de volverme loca...- ¿tan loca como para hablar sola, le susurró una voz en su cabeza.

Recogió las pipetas y placas, colocó todas las muestras en su sitio y empezó a ordenar sus papeles. Entre ellos encontró una tarjeta de felicitación que no recordaba en la que se veía una caricatura de un gato con unas bolas de cañón atadas a las patas y que decía "Los años pesan...". Al abrirla, junto con una inscripción escrita a máquina, había una frase garabateada a mano que decía "Mañana a estas horas habrás matado a alguien...". Malditos gilipollas. Tiró la tarjeta en la misma papelera que el fax.

Con lágrimas de rabia en los ojos se acercó a darle de comer a las ratas. Una de las ratas se había colado entre las paredes de su jaula, casi asfixiándose. Con mucho cuidado, sacó al pobre animal y volvió a encajar las paredes de la jaula.

- Ya estás, pequeña, en casa - le dijo cariñosamente mientras la volvía a poner en su cubículo. 

Al cerrar la puerta, un alambre suelto se le clavó en el dedo, haciéndole un buen porte. Se limpió la sangre como pudo y le dio un golpe con la grapadora al alambre. En parte para que nadie más se pinchara, en parte para descargar su frustración. Al menos había servido, ahora el alambre apuntaba al interior de la jaula, nadie se pincharía.

Mientras se ponía el abrigo escuchó un pequeño grito procedente de la jaula que acababa de arreglar. Al acercarse el corazón le dio un vuelco. La rata que antes había intentado escaparse de su jaula estaba empalada en el alambre con el que se había pinchado. ¿¡Pero qué coño está pasando!? Sus ojos se fijaron en la placa de la jaula: "Terapia de inhibición del dolor", una etiqueta roja pegada sobre ella rezaba "sin éxito". Un escalofrío recorrió la espalda de Martha, que cogió sus cosas y salió corriendo del laboratorio.

Capítulo III

martes, 28 de septiembre de 2010

Un paseo en el autobús

Esta mañana he cogido el autobús como de costumbre en la estación de Leuven para venir al campus de Gasthuisberg. Como habíamos hecho la compra, lo he cogido media hora más tarde y el conductor era distinto. De hecho era una conductora, muy mona ella rubita y muy sonriente. Bueno... rubias, monas y de ojos claros eran ella y las 20 ó 30 chicas que había en el autobús con destino a la facultad de medicina. Todas ellas muy arregladitas, con los vaqueros y los leggings ajustados, sus chaquetillas de cuero y sus pelos rubios y largos muy bien peinados. Vamos, muy belgas.

Total, que me he sentado y me he puesto a cotillear a mi alrededor. Cuando ya casi estábamos llegando al campus, la autobusera ha pegado un frenazo enorme y una de las belgas rubitas y monas se me ha caído literalmente encima. Con el zarandeo del autobús no podía levantarse la pobre y, mientras la autobusera no paraba de pegar gritos al resto de conductores como si fuera una verdulera de la Chana, la muchacha seguía sentada en mis rodillas diciendo "Sory, sory" (que viene a ser, "Lo siento" en Dutch, holandés o como lo quieras llamar).

Al final, la muchacha ha conseguido levantarse y nos hemos bajado del autobús descojonadas risa, ella, yo y todos los que iban en el autobús. Yo me reía principalmente porque pensaba: "Sé de más de uno que hubiese dado lo que fuera por cambiarse por mí" ;)

jueves, 23 de septiembre de 2010

Si no lo veo, no me lo creo


Para que luego hablen del sol de España xDDD

martes, 21 de septiembre de 2010

Una charla "informal"

Conversación con el post-doc que me está haciendo más caso por aquí (tó esto en inglés):
Karl: Sara, la charla esa que ibas a dar sobre lo que haces te viene bien para hoy a las 3.
Sara: Sí, claro. Sin problema.
K: Vale, voy a reservarla para una hora entonces
S: Ehmmmm una hora?
K: Bueno, por si acaso...
S: Ummm vale.
K: ¿Me das el título para que lo ponga en la reserva?
S: Claro, te lo mando por email

5 min más tarde me llega el siguiente email... a mí y a todo el departamento de neurofisiología:
Dear colleagues,

This afternoon, Sara Granados, who will stay in our lab until mid-December, will present her work and the project(s) she would like to pursue here. The talk is entitled:

     ‘Efficient condensation of low-level primitives driven by attentional processes’

and will take place in the meeting room at 15:00.

Kind regards,

Karl

Espero que no lo haya leído nadie... :S

domingo, 22 de agosto de 2010

Cocina nueva

Hace mil millones de días que no escribo nada, así que he pensado que ya era hora. Como no tengo internet en casa ahora mismo voy a aprovechar para enseñaros unas fotillos de mi cocina nueva.







Sí, la cafetera que se ve es una Nespresso de cápsulas :P

Faltan las lámparas y la mesa de cocina... pero ya casi parece una casa de verdad.

miércoles, 23 de junio de 2010

Firma

No es más que un garabato, pero qué poder le atribuimos.

Hace unos años, mejor no pienses cuantos..., empezaste a garabatear en un papel, intentando imitar la firma de tu padre. No es que quisieras copiarla, que nadie se atreva a decir lo contrario, era simplemente que querías tener tu propia FIRMA. Así, con letras mayúsculas. Porque ese conjunto de líneas en el que no se podía leer nada era importante. Cuando tus padres la usaba, les daban dinero, les concedían préstamos, te dejaban salir antes de clase. Era mágico.

Con los años, ese amago inicial de firma ha ido cambiando hasta casi estabilizarse, pero sin estancarse. Conforme más la usas, más sencilla se va volviendo. De hecho, mucha gente tiene una firma elaborada y otra más sencilla "de diario". Pero eso no le ha restado poder. Hay gente que con ese papel consigue la paz en un país, al menos teóricamente.

Sin intentar aspirar a tanto, mi firma ya ha probado su valor en varias ocasiones: cuando firmé el contrato, cuando firmé la beca,... Pero hoy es la prueba de fuego, en unas horas van a darme en propiedad mi casa y sólo queda un trámite: las escrituras. Espero que mi firma esté a la altura.

lunes, 7 de junio de 2010

¿Un día como otro cualquiera? (I)

Eran las 21:00 de un viernes por la tarde. La oficina estaba prácticamente a oscuras, desde mi mesa sólo podían apreciarse los reflejos del despacho de Chang, encargado de los servidores asiáticos, que vivía como un auténtico vampiro. Hoy había llegado a las 18 para hablar con Jefferson y había sido el día que más pronto le había visto llegar en meses. Jefferson. Ese pedante, prepotente, hijo de su... madre. Esa misma tarde, al volver de la máquina de café, me lo había encontrado sentado en mi mesa, revolviendo entre mis cajones. Al preguntarle qué hacía allí, me miró con su sonrisa de anuncio.

- ¡Ah! ¡Johnny! Pensé que te habías ido a casa -replicó sin levantarse-. Pero claro, era una tontería, vives aquí. Pasas aquí más horas que nadie, pero sigues en el mismo trabajo que cuando entramos hace 6 años.

Su aire de suficiencia siempre me había puesto de los nervios, pero hoy estaba demasiado cansado para hacerle una réplica locuaz. Así que me limité a repetirle que si quería algo.

- Pues, mira, sí. Es que van a enviarme unos documentos importantes por fax, sí, todavía hay quien utiliza el fax -dejó escapar una de sus sonrisas condescendientes antes de proseguir-. Y como vas a estar aquí, estate atento y los pones sobre mi mesa, en un sobre cerrado. Yo no me puedo quedar, Molly y yo tenemos una cena en el club.

Con un grácil movimiento, resultado de horas de taichi, pilates o lo que estuviera de moda ahora, se levantó de mi silla y se dirigió hacia su despacho, saludando a varios de mis compañeros al pasar. Todos ellos le contestaban desde sus cubículos con sonrisas amplias y caras iluminadas, como si lo mejor que pudiera pasarles fuera que Henry Jefferson les sonriera.

El ruido del fax, ese aparato arcaico y cuyo uso debería ser perseguido y penado, me hizo volver al presente. Me levanté y recogí los papeles que empezaban a caerse de la bandeja. De uno de los armarios de administración cogí un sobre y, tras recoger los últimos folios que habían llegado, los metí todos en él. Ahora sólo quedaba ponerle el nombre... ¿dónde habría un bolígrafo? Miré por encima en la mesa del fax pero no había ni un triste bic. Así que me fui a mi mesa y rebusqué en los cajones. Tenía uno, seguro. Lo que no sabía era dónde. Saqué varios folios y una tarjeta de felicitación que no recordaba y al final encontré un pilot. Escribí el nombre de Jefferson en el sobre y lo dejé en su mesa.

Cuando volví a mi escritorio, empecé a guardar los papeles que había sacado y vi de nuevo la tarjeta. Una caricatura de un gato intentaba avanzar arrastrando unas bolas de cañón atadas a cadenas. Sobre él se leía "Los años pesan...". Abrí la tarjeta y me quedé sin respiración. En el interior había unas letras de imprenta con el mensaje original de la tarjeta "... pero eso no significa que no puedas divertirte". Bajo ellas había un mensaje manuscrito: "Mañana a estas horas habrás muerto".

Capítulo II
Capítulo III

martes, 25 de mayo de 2010

Material de oficina

Propongo al departamento comprar en la próxima remesa algunas de estas cosas:

OJO, mentes inocentes, ESTO PUEDE SER DESAGRADABLE (sí, alayma, va por ti).


Material de oficina de 13th Street.


miércoles, 12 de mayo de 2010

Wir haben gewonnen!!

Es decir, "¡Hemos ganado!"

Pues eso, que el otro día nos chinchamos para escribir un relatillo en alemán y participar en el concurso de microrrelatos de la EOI y... hemos ganado ex aequo.
El premio no es muy grande, pero da para un par de libros en la Metro ^__^

Aquí os dejo el mío...

Ich träume

An einem Sommernachmittag träume ich.
Ich träume von einem grünen Wald. Die Sonne scheint und der Wind ist warm. Unter meinen Füβen gibt es weiches Gras.
Ich träume davon deine Haut zu streicheln und dein Parfüm zu riechen, unter einem Baum sitzend.
Ich träume, davon eine Reisen zusammen zu machen, Probleme zu vergessen.
Ich träume davon deine Seiten zu lesen an einem Sommernachmittag.


La traducción aproximada sería:
Sueño
En una tarde de verano, sueño.
Sueño con un bosque verde. El sol brilla y la brisa es cálida. Bajo mis pies, hay hierba suave.
Sueño con acariciar tu piel y oler tu perfumen, sentados bajo un árbol.
Sueño con hacer un viaje juntos, olvidando los problemas.
Sueño con leer tus páginas en una tarde de verano.


martes, 4 de mayo de 2010

Pensamientos (V)

It's a lot like nature. You only have as many animals as the ecosystem can support and you only have as many friends as you can tolerate the
bitching of.

- Randy K. Milholland

jueves, 22 de abril de 2010

Pensamientos (IV)

Of all forms of caution, caution in love is perhaps the most fatal to true happiness.

- Bertrand Russell

miércoles, 21 de abril de 2010

¿Qué tienen en común?

A ver quién averigua qué tienen en común estas dos canciones:


lunes, 19 de abril de 2010

El uno por el otro, la casa sin barrer...

... literalmente.

Llevo desde Marzo esperando a que me den el piso y nadie me informaba de nada. Cuando estuve visitando la casa, me dijeron "el 10 de marzo queremos estar llamándoos para firmar la escritura". Y aquí sigo.

Desde entonces todo ha sido: "Tienen que pasar los del ayuntamiento", "Ya no depende de nosotros". "Os iremos informando". Pero nadie decía nada concreto.

Dando el coñazo a los de la promotora, porque el que no llora no mama, he conseguido que me digan que los técnicos del ayuntamiento van otra vez esta semana y que esperan empezar a entregar las casa, si todo va bien, en...... ¡¡¡JUNIO!!!
Deduzco varias cosas de esto:
  • Ya han ido los del ayuntamiento al menos una vez y había algo mal... por lo que se ha retrasado todo.
  • Como son VPOs, les importa un bledo tardar más o menos... total, ya hemos pagado un dinero que no nos devuelven.
  • ¿A qué se dedican? Porque puede que ellos no tengan prisa, y puede que haya gente que le de igual que tarden algo más porque están en casa de sus padres... pero yo estoy de alquiler y no puedo estar así.
  • ¿Qué pasa si algo va mal? ¿Otros 2 meses de retraso? ¡AAAAARGH!
  • ¿Qué les cuesta poner una nota en la página web o mandar un email diciendo algo? Si no preguntas, no te dicen nada de nada.
Están empezando a darme ganas de meterme de okupa en mi propio piso... porque vamos, si no es así, no me mudo este año.

miércoles, 7 de abril de 2010

Mendigo

Esta era su última oportunidad, lo sabía y ello hacía que estuviera aún más nervioso. No tenía sentido estar nervioso... era su mejor amigo, su amigo de toda la vida. Mark le ayudaría, como él habría hecho si el destino los hubiera intercambiado.
"Me va a ayudar, y esta mala racha va a terminar", se dijo mientras ajustaba el nudo Windsor de la corbata.
Se sentía raro en el traje serio y riguroso que llevaba. "Como si estuviera disfrazándose de otra persona, susurró una voz en su cabeza.
"No, esa no es la forma de pensar, éste eres tú, el tú que solías ser, que nunca deberías haber dejado de ser", se regañó mientras se peinaba.

Pero ya no lo era, había dejado de serlo hacía ya muchos años, y por eso ni siquiera su antigua compañera había querido hacerle una entrevista personalmente, Alice, su alma gemela que era capaz de visualizar hasta la más loca de sus ideas, su mano derecha por aquel entonces... Ella no se dedicaba a hacer entrevistas, le había dicho, para eso están los de Recursos Humanos. Y le había dado el email y el teléfono de un niñato de veintitantos años que no sabía ni qué era un diskette de 5 1/4... ni siquiera había utilizado uno de 3 1/2.

Con un suspiro cogió su maletín y se dirigió a la cafetería donde había quedado con su mejor amigo. Entró en el atestado Starbucks y lo buscó. Allí estaba, mordiendo un bolígrafo como siempre, mientras removía su café.

- Mocha blanco con doble de chocolate-, le dijo a modo de saludo.
-¡Tony!¿Cómo estás? Siéntate y cuéntame-, le contestó Mark dándole un abrazo y señalando un asiento con un café delante. - Mr. Macciato con caramelo-.

Hablaron un rato de nuestras vidas; de la mujer y el hijo de Mark, de los cuadros y exposiciones de Tony, de sus canas y arrugas, de sus años estudiando juntos, de los amigos comunes.

- Bueno, ¿y qué te trae por aquí?- le preguntó Mark al fin-. Pensé que estabas preparando una nueva exposición 'nueva e inspiradora', según los periódicos.
- No les hagas caso, no dicen más que mentiras-, contestó Tony mudando la sonrisa por una mueca. -Estoy acabado, no consigo pintar nada, tengo un bloqueo horrible... Necesito volver, necesito retomar el ambiente que me inspiró entonces.
- Creía que las horas en el despacho eran una pérdida de tiempo, que necesitabas tiempo para expresarte y después, tras lo de Meg,... aquellos cuadros tan crudos y dolorosos, ¿qué ha cambiado?-, preguntó su amigo confuso.
- Eso creía yo... entonces,... y por un tiempo funcionó, una vida desgraciada ayuda,... pero, me he dado cuenta de que estaba equivocado-. Necesitaba que le entendiera, era imprescindible. - Las noches sin dormir terminando proyectos. Los fines de semana intentando alcanzar deadlines... eran... eran mi inspiración entonces. Y luego, el dolor, eso era lo que me impulsaba pintar. Mis cuadros eran mi válvula de escape... pero si no hay de dónde escapar, no hay cuadros.
- Pero,... mi empresa, no es el campo que tú controlabas... Alice-, balbuceó Mark.
-Alice me mandó a Recursos Humanos-, masculló Tony contrariado.

La cara de sorpresa de Mark duró unos segundos, mientras asimilaba todo lo que había dicho. La compresión le alcanzó instantes después. Tony casi podía ver los engranajes de su cerebro encajando y buscando una solución que no le dejara en mal lugar, pero que no fuera arriesgada.

-Tendrías que habértela tirado, sabes que nunca te perdonó por casarte con Meg-, bromeó Tony.

No se esperaba esta respuesta, le descolocó completamente y no pudieron evitar empezar a reírse hasta que las lágrimas resbalaron por sus mejillas. "¿Son sólo de risa?", murmuró la cruel voz de su cabeza.

- Mira, estás bastante desfasado, no tienes un perfil que sea útil ahora, al menos no técnicamente hablando-, le soltó a bocajarro Mark cuando consiguieron calmarse. -Te buscaré algo, no te preocupes... pero asume que serás el último mono, llevarás los cafés, serás el becario del becario, mínimo.
-Lo que sea, yo.... Gracias-, contestó Tony con voz trémula.
-No me las des, esto es temporal. Tienes que buscar algo que evite que vuelvas a cansarte, dejando tirado a todo el mundo. Y dejándome a mí con los pantalones bajados. Voy a arriesgarme por ti, porque eres mi amigo. Pero si fallas, no vas a arrastrarme contigo-, le aseguró Mark.

Era todo lo que necesitaba, una oportunidad. Entre bromas y promesas de verse el lunes terminaron el café y se despidieron. Sin embargo Tony no terminaba de estar esperanzado, tenía un nudo en la garganta, se apoyó en la vitrina de una tienda para recuperarse y miró su reflejo. "Te ha dado las migajas, ¿y te alegras por ello? Eres un mendigo", le susurró la voz, "un mendigo vestido elegantemente, pero un mendigo".

martes, 9 de marzo de 2010

El plano

Anoche al entrar con el coche en la cochera había rollo de papel amarillento en el suelo. Pensé que podría ser un plano de un vecino que es arquitecto y pasé con cuidado para no aplastarlo con las ruedas. Supuse que el vecino se daría cuenta y lo dejé ahí.

Esta mañana, al bajar a la cochera, el papel seguía allí. Sé lo que es perder el trabajo de meses por un despiste tonto (ctrl+G y ctrl+S se han convertido en mis mejores amigos), por lo que decidí recogerlo y guardarlo en el coche para poder devolvérselo a mi vecino. Al cogerlo me di cuenta de que el papel era suave y viejo, no el papel duro y rugoso que me esperaba. Hasta su olor era distinto al que suponía que tendría, olía a libro viejo y a humedad.

Cuando lo abrí (¿o acaso esperabas que no lo abriera?), crujió ligeramente. Con mucho cuidado lo extendí sobre el volante y encendí la luz interior del coche para verlo con mayor claridad. No era una casa o ningún tipo de plano arquitectónico. Era un mapa. Y era un mapa que había visto muchas veces de pequeña, era la costa de Almería, a la altura de San José, más concretamente, un mapa de las playas de Mónsul y los Genoveses. Había una senda marcada y varias señales raras, como unas marcas con olas (¿zonas con agua?) y otras con calaveras (¿algo peligroso?). También había una X.

El ruido de la puerta de la cochera al abrirse me sobresaltó. Enrollé el mapa y lo coloqué en el asiento de copiloto. ¿Qué iba a hacer con el mapa? ¿De dónde había salido? No había nombres por ningún lado. Lo mejor era llevarlo a una biblioteca por si lo habían sacado de allí. O al departamento de Topografía de la Universidad. Repitiéndome estas ideas en mi cabeza, arraqué el coche y cogí rumbo al despacho, en la Escuela de Informática.

Pero cuando quise darme cuenta había dejado la Escuela atrás y había entrado en la autovía. Ahora escribo esto sentada en una cafetería en San José. Si todo va bien, quiero que sepáis que cuando sea rica no os olvidaré. Si todo va mal, contadle qué ha pasado a mis padres. Pase lo que pase, regad mis plantas, porque no pienso volver a la vida monótona que llevaba hasta ahora.

martes, 2 de marzo de 2010

Obsesión

Me persigue, es algo que no puedo controlar. Cuando pongo la mente en blanco ya no pienso en mis queridas musarañas, no, hay algo que ocupa mi cabeza completamente sin que me dé cuenta. Estoy trabajando y siento el hormigueo que le precede. No hay nada que pueda hacer, mi mente se ve apoderada por una fuerza externa (o debería decir interna) que hace que pierda el hilo de lo que estaba haciendo. Intento concentrarme, aparcarlo para otro momento en que esté menos ocupada... pero es imposible.

Finalmente cedo, y dejo que mi mente se vea invadida por esa obsesión que me reconcome. El lienzo blanco de mi cabeza empieza a llenarse de formas difusas y cambiantes. Reflejos rojos y grises se mezclan con medidas y alzados. Lo plasmo en papel, intento dejarlo fijado, pero vuelve, una y otra vez...

jueves, 18 de febrero de 2010

El oráculo de Ainish. Segunda Parte. Prefacio

Segunda Parte

Crecimiento


Prefacio

La puerta era más grande de lo que había parecido desde la base del acantilado, unas 2 horas y algo más de 200 metros de tortuosa escalada antes. Desde abajo había apreciado sus contornos plateados y había supuesto que sería una entrada discreta y oculta. Pero se había equivocado. No hacía falta ocultarla a la vista, su situación en la pared de un acantilado liso que daba a un río de magma era suficiente protección.

Estaba cansado y la ceniza volcánica se le había pegado a la piel sudada, haciendo que su piel verdosa propia de los natsis Arbóreos fuera del mismo color que la montaña que lo rodeaba, como si fuera un panshdal camuflado. "Cada vez me parezco más a cualquier otra raza, cada vez me alejo más de la mía propia", pensó con un suspiro.

Con un movimiento de cabeza, alejó este pensamiento de su cabeza y se concentró en la puerta. Necesitaba traducir el complicado intrincando de las runas que tenía delante para poder entrar.

SI TUS OJOS TRASPASAN LA NOCHE,
LA CLAVE BRILLARÁ EN LA LUNA CRECIENTE.
SI TUS ALAS NO TE SOSTIENEN,
TU SANGRE IMPURA SERÁ DERRAMADA
SI TU PIEL ES NEGRA COMO LA CENIZA,
LA VERDAD SERÁ REVELADA Y EL DÍA NO VOLVERÁ

Un escalofrío le recorrió la espalda a pesar del calor asfixiante. Esta puerta estaba destinada a ser abierta por un noctis, eso era fácil de deducir a partir de la primera línea. Pero no uno cualquiera, un noctis alado.

En los últimos 2000 años no había habido ninguno de esos seres abominables, mutantes nacidos de apareamientos uluais-noctis que conservaban características de ambas razas, lo cual ya era raro de por sí. Pero eso había cambiado, su joven pupilo de Cueva Norte, un pequeño noctis al que casi había criado, no sólo tenía alas, sino que podía cambiar el color de su piel a voluntad. Era el elegido.

Nacido de Daenna, una sacerdotisa uluais de Ainish, tras ser violada por un panshdal, el chico era un mutante noctis-panshdal, sin ninguna similitud aparente con su madre. "Razón por la que yo acabé cuidando de él", pensó con amargura. Pero un par de meses atrás había sufrido unas fiebres horribles y unos pequeños muñones habían aparecido en su espalda. "Alas", le había confirmado Daenna.

Fue en ese momento cuando un eco olvidado de su memoria se activó, recordando una vieja leyenda noctis que aprendiera en su juventud, en la que un híbrido uniría y liberaría a las razas olvidadas, noctis y panshdal.

Pero ahora no era momento de recordar viejos tiempos, tenía que abrir esa puerta. Tenía averiguar qué peligro acechaba a su pupilo y prevenirlo. Por suerte, la luna era creciente, así que era le momento adecuado. Concentró toda su energía en sus ojos, que se volvieron negros como la noche, todo pupila. Parpadeó varias veces para acostumbrarse al exceso de luz que percibía ahora y se concentró en la puerta. Una de lasrunasbrillaba a la luz de la luna como si fuera una estrella caída del cielo. La pulsó fuertemente, echando todo su peso sobre ella.

Una de las hojas de la puerta se abrió ligeramente, dejando salir un olor viciado y nauseabundo. "¿Cuándo fue la última vez que se abrió esta puerta? ¿Hace 2000 años? ¿Hace 3000?". Tomó una buena bocanada de aire puro y entró. Nadie volvió a verlo con vida.

Resumen de recetas

Hacía mucho que no ponía una recolección de recetas, aquí tenéis 10 y pronto pondré otras tantas.

jueves, 11 de febrero de 2010

Un regalo inesperado

Un regalo inesperado

Como ya os dije, el otro día me regalaron muchas cosas, algunas que he querido desde hace tiempo (la plancha eléctrica será muy usada), pero hubo una que no me esperaba... mi primer libro de cuentos.

Dpp, Fergu, Iván y JP (aka Poiosoft Corporation) recopilaron e imprimieron en un mini libro mis últimos relatos de este blog, añadiendo fotografías (la mayoría hechas por ellos mismos) a modo de ilustraciones. Me quedé sin palabras, literalmente... y eso no es fácil.

Jamás se me habría ocurrido publicarlo, primero porque no sé si son lo bastante buenos para estar en papel y segundo porque me daba miedo/vergüenza/cosilla... llamadlo como queráis. Pero ahora que los he visto en papel... me gusta como quedan ;)

Muchas gracias, niños... me habéis devuelto las ganas de seguir escribiendo ^__^

lunes, 8 de febrero de 2010

27

Pues eso, que ayer fue mi cumpleaños y que, como me insistieron repetidamente el otro día, cada día estoy más cerca de los 30...

Pero bueno, cuando vas cumpliendo años rodeada de amigos (compañeros y no xDD) y familia que te chinchan algo menos de lo que te miman, no está tan mal ;)

Para terminar este mini-post mega-pasteloso, deciros que muchas gracias a todos por vuestros regalos, haré buen uso de ellos (tengo un post pendiente sobre cierto regalo altamente inesperado). Y gracias por las felicitaciones... pero sobretodo por estar ahí :D

martes, 2 de febrero de 2010

Reforma sorpresa.... esto, visita a la nueva RIT

¡¡Por fin me han dejado entrar en la nueva localización de la República Independiente de Tasmania!! (por motivos logísticos he decidido mantener el nombre de la RIT)

Os voy a hacer un pequeño reportaje gráfico a lo "reforma sorpresa"... sin que al final me dejen la casa amueblada, por desgracia.

Abrimos la puerta a nuestra reportera gráfica.

Entrada al piso

El recibidor da a la cocina y al salón.


Cocina

Salón

Desde el salón podemos ir a la terraza.


Terraza

Desde la que se puede apreciar esta vista (la casa de enfrente da a la Sierra... preciosa... pero no se puede tener todo).


Vistas desde la terraza
Desde el salón vamos al pasillo.

Pasillo
Luego tenemos el despacho (en el que vemos a Manu con cara reflexiva).

Despacho
Y el dormitorio de invitados... que alguna que otra ya se ha adjudicado.

Dormitorio mediano
Estos dos cuartos comparten un baño con plato de ducha.

Baño pequeño
El cuarto principal tiene su propio baño.

Dormitorio Principal

Baño principal (pixelado)
Y ya está, hay más fotos en mi flickr y próximamente se organizarán visitas guiadas ;)

Portal de la casa

miércoles, 6 de enero de 2010

Rey gitano Mago

Anoche me pareció ver un coche de policía parado delante de mi casa y, como buena cotilla, me asomé a ver qué pasaba... Pensé que había habido un accidente o que habían vuelto a detener a alguien (sí, ya me pasó), pero no. Lo que pasaba era la cabalgata de reyes... bueno, más bien la cabalgata del Rey y la Reina Gitanos.

Había dos carrozas, bastante cutres, que iban lanzando caramelos casi directamente en las manos de algunos vecinos (de Almanjayar la mayoría por las pintas) que las acompañaban durante todo su recorrido. Me pareció bastante curioso y lógico: "Si la cabalgata no viene a tu barrio, crea la tuya propia".

Curioso, ¿no?